Jimmie Wales el fundador de este portal, ha hecho una encuesta entre los usuarios registrados en Wikipedia, sobre la iniciativa del cierre temporal de este sitio y el resultado ha sido el respaldo a esta propuesta.
Este tipo de protesta tiene su antecedente cuando en octubre de este año, la edición italiana de Wikipedia recurrió a una medida semejante, que hizo que se revisara la ley sobre piratería en ese país.
En Estados Unidos el proyecto de ley contra la piratería se llama Stop Online Piracy Act (SOPA) y entre sus propuestas está que terceras partes bloqueen cualquier página sospechosa de distribuir contenido sin licencia, aún si el propietario del recurso no es culpable de la ilegal publicación. Los opositores de SOPA manifiestan que esto es censura en internet.
Los principales partidarios de SOPA son las grandes compañías de la industria cinematográfica y musical de los Estados Unidos y los opositores son los gigantes de internet, como: Facebook, Google, Mozilla, Twitter, eBay, Kaspersky Lab, así como el universo de internautas y la mayor parte de la sociedad.
Este próximo 15 de diciembre, una Comisión Especial de la Cámara de Representantes votará este polémico proyecto de ley.
El proveedor ruso de seguridad “Kaspersky”, quien es famoso por sus antivirus, ha comunicado que retirara su membresia de la Business Software Alliance (BSA), lo anterior a manera de protesta pues la BSA apoya la legislación SOPA.
La compañía dijo que en ningún momento participaron en la elaboración del proyecto de ley ni en debates al respecto, y que no apoyan dicha iniciativa. Consideran que las disposiciones de SOPA van demasiado lejos y dificultarán la innovación, sin mencionar que serán afectados los usuarios finales.
Se cree que una vez que “Kaspersky”, salga de BSA, ésta se verá presionada a reducir el apoyo que le da al proyecto de ley SOPA, aunque esto aún está por verse.
Algunos de los altos ejecutivos de NBC Universal has estado amenazando a los proveedores de NBC Universal a que firmen la carta que CreativeAmerica (un grupo pagado por la industria del entretenimiento para dar la apariencia de que es un movimiento social) o podría dejar de hacer negocios con ellos.
La carta redactada por CreativeAmerica le pide al congreso de los Estados Unidos que apruebe las leyes actualmente siendo contempladas, SOPA (Stop Online Piracy Act – Ley para detener la piratería en Internet) y PIPA (Protect IP Act – Ley para proteger la propiedad intelectual).
Los esfuerzos para censurar Internet están aumentando en el mundo occidental. Los legisladores de EE.UU. están discutiendo la legislación (SOPA/PIPA) que podría llevar fuera a The Pirate Bay, o deshabilitar el acceso a ella. En otros países como Italia, Finlandia y Bélgica, los tribunales ya han ordenado a los proveedores de Internet bloquear el acceso al sitio a sus usuarios. Demostrando la inutilidad de estos esfuerzos, un pequeño grupo de desarrolladores ha publicado ayer una extensión de navegador llamada “The Pirate Bay dancing” (La Bahía Pirata bailando).
Cuando la ICE (Inmigration and Customs Enforcement – Aduana), una unidad de Seguridad Nacional (Homeland Security’s), comenzó a apoderarse de los nombres de dominios el año pasado, un grupo llamado “MAFIAAFire” creó una extensión de navegador para redireccionar los sitios afectados a sus nuevos dominios.
La extensión se difundió y hasta ahora más de 200,000 personas tienen instalada la extensión. La ICE no estuvo contenta con esto y le pidió a Mozilla sacar la extensión de su sitio. Sin embargo, Mozilla denegó la solicitud, argumentando que este tipo de censura podría poner en peligro la apertura de Internet.
Hoy MAFIAAFire ofrece una nueva versión que pretende frustrar los esfuerzos de la censura creciente en los países de todo el mundo. Llamada “The Pirate Bay dancing”, la extensión de Firefox deshace los DNS locales y los bloqueos a IP al enrutar a los usuarios a través de una serie de proxies al azar.
El equipo de MAFIAAFire dijo a TorrentFreak que el desarrollo de la extensión fue motivada en parte por SOPA y PIPA, las leyes pendientes en la lucha contra la piratería en los Estados Unidos.
“El bloqueo de DNS y de IPs es probablemente la parte más peligrosa de SOPA/PIPA en términos de ‘romper el Internet’, así que hemos abordado esto en primer lugar. Vamos a ir después a las otras partes de SOPA en versiones posteriores, pero probablemente no en ‘nuestra forma de extensión de siempre’, las otras partes requieren diferentes soluciones en las que ya hemos comenzado a trabajar“, dijeron.
Aunque la extensión lleva a The Pirate Bay en su nombre, también funciona con otros sitios como Newzbin2 y BTJunkie que están bloqueados en el Reino Unido e Italia, respectivamente. En un sentido más amplio también puede ser usado para excluir los “muros de fuego” nacionales, como en China, y quizá pronto en los Estados Unidos.
Se dice que aquellos que no estudian historia están condenados a repetirla. En el caso de la industria de los derechos de autor, han aprendido que pueden obtener los beneficios de un nuevo monopolio y los beneficios de cobrar renta cada vez que hay una nueva tecnología, si se quejan lo suficientemente fuerte con los legisladores.
Los últimos 100 años han visto una gran cantidad de avances técnicos en difusión, multiplicación y transmisiones de cultura, pero igualmente muchos legisladores despistados quienes buscaron preservar lo viejo a costa de lo nuevo, solo por que lo viejo estaba quejándose. Primero, echemos un vistazo a lo que la industria de los derechos de autor trató de prohibir y de hacer ilegal, o al menos recibir dinero de impuestos en compensación por su existencia:
Comenzó alrededor de 1905, cuando el piano que se tocaba solo se estaba volviendo popular. Vendedores de partituras proclamaron que sería el fin de lo artístico si no podían subsistir como intermediarios entre los compositores y el público, entonces llamaron a una prohibición del tocador de piano. Una famosa carta en 1906 afirmaba que el gramófono y el piano que se tocaba solo serían el fin de lo artístico, y de esta manera el fin de una humanidad vívida y musical.
En los 20s, como las radiodifusoras comenzaron a aparecer, otra industria de derechos de autor estaba demandando su prohibición por que estaba interfiriendo con sus ganancias. Las ventas de grabaciones cayeron de $75 millones en 1929 a $5 millones cuatro años después, una recesión mucho más grande que los problemas actuales de la industria de las grabaciones. La industria de los derechos de autor demandó a las estaciones de radio, y sociedades recaudadoras comenzaron a recolectar parte de las ganancias de las estaciones de radio bajo un plan de licencia ilimitada. Se propusieron leyes que inmunizarían al nuevo medio de radio de la industria de los derechos de autor, pero éstas no pasaron.
En los 30s, películas mudas se volvieron obsoletas por películas con pistas de audio. Cada sala de cine había empleado anteriormente una orquesta que tocara música para acompañar las películas mudas, y ahora, éstas estaban sin trabajo. Es fácilmente concebible que éste fue el peor desarrollo tecnológico para intérpretes profesionales. Sus sindicatos demandaron trabajos garantizados para estos intérpretes en varias proposiciones.
En los 40s, la industria cinematográfica se quejó de que la televisión sería la muerte de las películas, conforme las ganancias de la industria cinematográfica cayeron de $120 millones a $31 millones en cinco años. Un dicho famoso: “Por que pagar para ir a ver una película cuando puedes verla gratis en casa?”
En 1972, la industria de los derechos de autor trató de prohibir la fotocopiadora. Este empuje era tanto de editoriales de libros como de editoriales de revistas. “Puede no estar lejos el día en que nadie necesite comprar libros”.
Los 70s vieron la llegada de los casetes, que es cuando la industria de los derechos de autor realmente salieron con todo proclamando sus derechos establecidos. Anuncios diciendo “¡Las grabaciones caseras están matando la música!” estaban por todos lados. La banda Dead Kennedys respondió famosamente al cambiar sutilmente el mensaje agregando “ganancias de la industria”, y “Dejamos este lado [de la cinta] en blanco, para que puedas ayudar.”
Los 70s también vieron otro cambio significativo, donde Djs y bocinas comenzaron a tomar el lugar del baile con música en vivo. Sindicatos y la industria de los derechos de autor se volvieron locos con esto, y sugirieron una “tarifa de disco” que sería cobrada en lugares tocando música disco grabada, a ser recolectada por organizaciones privadas bajo mandato gubernamental y redistribuido a bandas en vivo. Esto produce ahora una carcajada, pero la risa se detiene abruptamente al darse cuenta que la tarifa disco si fue introducida, y todavía existe.
Los 80s son un episodio especial con la llegada de las videocaseteras. El dicho famoso de la industria de los derechos de autor cuando testificaba ante el congreso de los Estados Unidos – donde el más alto representante de los cabildeadores de la industria cinematográfica dijo que “La videocasetera es al productor americano de películas y al público americano lo que el estrangulador de Boston es a la mujer sola en casa” – es cosa de leyenda ahora. Aún así, vale la pena recordar que el caso llamado Betamax llegó hasta la Corte Suprema, y que la videocasetera estuvo tan cerca como pudo estarlo de ser asesinada por la industria de los derechos de autor: El equipo Betamax ganó el caso por 5 votos a 4.
Además a finales de los 80s, vimos la completa falla de la Cinta de Audio Digital (DAT). Mucho de esto puede ser atribuido al hecho de que a la industria de los derechos de autor le fue permitido poner sus políticas en el diseño: el casete, aunque era técnicamente superior al casete análogo, era tan deliberadamente inusable para copiar música que la gente lo rechazó por completo. Éste es un ejemplo de una tecnología que la industria de los derechos de autor tuvo éxito en asesinar, aunque dudo que haya sido intencional: solo obtuvieron sus deseos sobre como debería funcionar para no perturbar el status quo.
En 1994, el Instituto Fraunhofer publicó una implementación prototipo de su técnica de codificación digital que revolucionaría el audio digital. Le permitió al audio con calidad de CD ocupar una décima de el espacio en el disco, que era muy valioso en este tiempo, cuando un disco duro típico solo tenía unos pocos gigabytes. Técnicamente conocido como MPEG-1 Audio Layer III (Capa de Audio MPEG-1 III), fue rápidamente acortado a “MP3” en uso popular. El primer reproductor de MP3 exitoso, el Diamond Rio, vio la luz en 1998. Tenía 32 megabytes de memoria. A pesar de las buenas ventas, la industria de los derechos de autor demandó a su fabricante, Diamond Multimedia, hasta la ruina: mientras que la demanda era terminada, la compañía no se recuperó de la carga de defenderse. El intermediario monopólico trató agresivamente de prohibir los reproductores de MP3.
El siglo terminó con el intermediario de los derechos de autor impulsando una nueva ley en los Estados Unidos llamada la Digital Millennium Copyright Act (Acta de los Derechos de Autor del Milenio Digital), que habría asesinado al Internet y a los medio sociales al introducir responsabilidad del intermediario, esencialmente asesinando tecnologías sociales en su cuna. Solo con mucho esfuerzo logró la industria tecnológica evitar el desastre al introducir los llamados “puertos seguros” que inmuniza a las compañías técnicas de responsabilidad bajo la condición de que deben de tirar a los usuarios a los lobos cuando se les pide. El Internet y los medios sociales sobrevivieron el embate de la industria de los derechos de autor por un pequeño margen de escape que aún así lo dejó significativamente lastimado y ralentizado.
Justo después de comenzar el nuevo siglo, el uso de las videograbadoras digitales fue llamado “robo” ya que permitió el saltarse los comerciales (como si nadie lo hubiera hecho antes).
En el 2003, la industria de los derechos de autor trató de influenciar en el diseño de la televisión de alta definición (HDTV) con una llamada “bandera de difusión” que haría ilegal que los fabricantes de dispositivos pudieran copiar películas marcadas. En los Estados Unidos, la FCC (comisión federal de comunicaciones) milagrosamente les concedió esta petición, pero fue revocada por las cortes quienes dijeron que se habían excedido con su mandato.
Lo que tenemos aquí es un siglo de engaños, y un siglo revelando la cultura interna inherente en la industria de los derechos de autor. Cada vez que algo nuevo aparece, la industria de los derechos de autor ha aprendido a llorar como un bebe pequeño que necesita más comida, y tiene éxito prácticamente cada vez al hacer que los legisladores enfoquen dinero de los impuestos hacia ellos o que restrinjan industrias que compiten. Y cada vez que la industria de los derechos de autor tiene éxito al hacerlo, este comportamiento es reforzado aún más.
Ya es tiempo de que a la industria de los derechos de autor se le despoje de sus beneficios de nobleza, de cada parte de su mesada semanal gubernamental, y que sea expulsada de su cómoda silla para que obtenga un trabajo y aprenda a competir en un mercado libre y honesto.
Rick Falkvinge, fundador del primer Partido Pirata en Suecia, ha ganado un lugar en la prestigiosa lista Top de los 100 Pensadores Globales de la revista Foreign Policy. Falkvinge está en buena compañía, ya que figuran entre las numerosas personalidades clave en la primavera árabe y líderes del mundo, como Barack Obama y Angela Merkel. Foreign Policy describe el 2011 como el año en el que las ideas de Falkvinge acerca de la transparencia, privacidad en Internet y copyright están ganando en popularidad.
Son casi seis años desde que Rick Falkvinge decidió dedicarse a la política y fundar el primer Partido Pirata en Suecia.
El partido ganó rápidamente el interés de los medios de comunicación y en las elecciones generales de Suecia en el mismo año se convirtió en el tercer partido más grande fuera del parlamento. Inspirado por este éxito, los partidos Pirata fueron fundados por decenas en otros países.
A principios de este año, Falkvinge renunció como líder del partido para centrarse más en la promoción de la posición pirata a nivel internacional. Además de compartir sus pensamientos sobre las conferencias y su blog, también se propagan sus ideas sobre copyright dos veces por semana en las columnas de TorrentFreak.
La IFPI está intensificando su guerra contra la violación de derechos de autor al demandar a los actuales administradores de The Pirate Bay, el sitio en Internet de torrentes más famoso. La demanda presentada ante la Corte de Distrito de Helsinki, exige que los operadores de TPB dejen de facilitar la distribución no autorizada de música y pagar una indemnización a los titulares de derechos. Por si fuera poco, la IFPI está exigiendo que otros dos proveedores de servicios locales bloqueen el sitio.
Otro día, otra demanda por violación de intercambio de archivos contra los operadores de The Pirate Bay, el autodenominado “El sitio de torrentes más resistente del mundo.”
La IFPI (International Federation of the Phonographic Industry – Federación Internacional de la Industria Fonográfica), con el apoyo del grupo anti-piratería CIAPC (Copyright Information and Anti-Piracy Centre – Centro de Información de Derechos de Autor y Anti-Piratería) de Finlandia, presentaron ayer una demanda contra los administradores de The Pirate Bay.
A los administradores de TPB, sean quienes sean y estén donde estén, se les ordena dejar de facilitar la distribución no autorizada de música y pagar una indemnización a los titulares de derechos afiliados a la IFPI y el CIAPC por los daños que presuntamente han causado a través de su página web.
Ayer, el grupo de la industria musical presentó solicitudes en Helsinki y Vantaa para obligar a dos proveedores de servicios adicionales, Sonera y el DNA, para bloquear a sus clientes el acceso a TPB. Según la IFPI, cuando se combinan los suscriptores de los tres proveedores de Internet estos constituyen el 80% del mercado de banda ancha total en Finlandia.
“Este tipo de inhibición ha dado buenos resultados, por ejemplo, en Italia, donde la popularidad de The Pirate Bay se ha reducido de manera significativa“, dijo el Director Ejecutivo de CIAPC, Antti Kotilainen.
Lauri Rechardt, director ejecutivo de la IFPI en Finlandia, dijo que el propósito de esta última acción es golpear a la “economía subterránea” y apoyar al consumo creciente de los servicios autorizados.
El abogado de DC Mike Meier fue inicialmente conocido como un abogado defensor de los usuarios de BitTorrent, pero en los últimos meses él hizo un cambio de carrera interesante. Tal vez reconociendo que se podría hacer más dinero con un ligero cambio de enfoque, Meier se ha unido al “otro” lado, demandando a cientos de usuarios de BitTorrent en representación de los titulares de copyright.
Cuando las demandas de BitTorrent en masa estaban empezando a surgir en los Estados Unidos el año pasado, el abogado Mike Meier se apresuró a promocionarse a sí mismo como un abogado defensor.
El abogado de DC fue incluido con orgullo en la lista de la Electronic Frontier Foundation de abogados que pueden ayudar a las personas que son objeto de los procedimientos de infracción, y en la prensa se mofó de los titulares de copyright y sus prácticas de “extorsión”.
Sin embargo ya no es así, aquellos que echen un vistazo hoy al sitio web de Meier se ve que el cambio de su negocio dio un giro de 180 grados. Como vieron por primera vez por el sofisticado Jane Doe, el abogado está colaborando con varios trolls de copyright para extorsionar a los usuarios de BitTorrent. El rediseño de su sitio web es muy revelador.
Hasta el momento Meier ha demandado a más de 1.000 usuarios de BitTorrent, el cual cuenta con orgullo en su sitio. Pero a la velocidad que está presentando demandas no sería una sorpresa si su lista de objetivos se duplique antes de que finalice el año.
Con toda honestidad, como abogado Meier solo esta haciendo su trabajo. No existen regulaciones que le impidan hacer el cambio. Pero, de alguien que había dicho anteriormente que los trolls de copyright son “básicamente dinero de extorsión”, es algo inesperado por no decir más.
En una demanda presentada la semana pasada, Universal Music hizo la afirmación devastadora que desde el CEO hacia abajo, los trabajadores de Grooveshark, personalmente, han subido más de 113,700 canciones, incluyendo las de Bob Marley, Eminem, Guns N’ Roses, Jay-Z y Black Eyed Peas. Grooveshark ha respondido a través de su Consejero General Marshall Custer, mostrando su desprecio haciá los “descaradamente falsas” alegatos de Universal y su supuesta táctica de avisar acerca de la demanda a la prensa antes de informarle a Grooveshark.
En su demanda de 45 páginas dirigida a la empresa matriz de Grooveshark, Escape Media Group, inicia describiéndo a Grooveshark como un “sitio web pirata”. Universal, con una lista de 1,809 canciones que según ellos son de la biblioteca de la compañía y en base a su alegato de infracción dolosa hacia ellos, está cobrando $150,000 dólares por cada una de las canciones, un aproximado de $271,350,000.
Hemos revisado la demanda que Universal Music Group presentó el pasado viernes contra Grooveshark en los EE.UU. en el Tribunal del Distrito de Manhattan“, dijo Custer. “Las descaradamente falsas reclamaciones de Universal se basan casi en su totalidad en un comentario anónimo, de un blog de internet “.
El Parlamento Europeo ha adoptado una resolución que critica a el decomiso de nombres de dominio de sitios web que infringen, por autoridades de los EE.UU.. De acuerdo con la resolución estas medidas tienen que ser contrarrestadas, ya que ponen en peligro “la integridad del Internet global y la libertad de comunicación“. Con esta posición el Parlamento Europeo se une a una lista cada vez mayor de oponentes a el Stop online piracy act (Ley de la piratería paro en línea).
A partir de 2010, las autoridades de EE.UU. han utilizado estos decomisos de dominios como una herramienta estándar para acabar con los sitios web que se considera que facilitan la infracción de los derechos de autor.
A pesar de las fuertes críticas del público, expertos jurídicos y grupos de libertades civiles, tomar el control de nombres de dominio es ahora una de las medidas incluidas en la pendiente Stop Online Piracy Act (SOPA), leyes destinadas a dar a los titulares de derechos de autor más herramientas para proteger sus derechos contra sitios extranjeros.
La oposición a la SOPA ha estado aumentando en los últimos días, y hoy el Parlamento Europeo suma su voz para criticar fuertemente los decomisos de dominios que son parte de ella.
Una resolución sobre la Cumbre UE-EEUU que se celebrará a finales de este mes destaca “la necesidad de proteger la integridad de el Internet global y la libertad de comunicación, absteniéndose de adoptar medidas unilaterales para revocar las direcciones IP o los nombres de dominio.”