México se ha sumado al polémico Acuerdo Comercial Anti-Falsificación (ACTA – Anti-Counterfeiting Trade Agreement), después de que el embajador de México, Claude Heller, otorgó su firma en Japón, a pesar de que el Senado del país había votado anteriormente en contra del tratado.
Aún hay esperanzas de que el ACTA no sea aprobado, ya que necesita ser ratificado por el Senado de México, y el funcionario Carlos Sotelo, Senador del PRD, comentó mediante twitter que el Senado podría rechazar dicha ratificación en vista de la resolución unánime adoptada en diciembre de 2011.
El año pasado, el Senado advirtió que no ratificaría el pacto, diciendo que ACTA viola la constitución del país. La decisión fue también criticada en las redes sociales como Twitter, con el tema siendo tendencia a nivel internacional.
Recientemente, el parlamento de la Unión Europea acabó con el acuerdo, con la mayoría de los miembros del Parlamento Europeo votando en contra. Los críticos dicen que el polémico tratado ACTA protegería los derechos de autor a expensas de la libertad de expresión en Internet, y desde hace meses ha habido protestas en todo el mundo en contra de su aprobación.
Promusicae, grupo español de música, ha demandado a Enrique Dans, profesor en la Escuela de negocios IE (IE Business School) y un bien conocido bloguero, después de que afirmó que el grupo es un monopolio de los derechos de autor que viola las leyes. Además de una disculpa pública, la versión española de la RIAA está demandando por 20,000 euros en daños. El profesor, sin embargo, está preparado para pelear el caso hasta el amargo final y dice que está protegido por el derecho a la libertad de expresión.
El verano pasado, el profesor Enrique Dans escribió un post acerca del poderoso cabildeo de los derechos de autor en España.
Uno de sus argumentos es que Promusicae, el conocido equipo de la industria de la grabación, está violando las leyes antimonopolio. El grupo ha establecido un sistema digital para enviar música a las emisoras de radio para transmitirlas al aire, que el profesor dice es injusto ya que quienes no son miembros de las compañías y artistas independientes no pueden unirse.
El grupo de música no estaba contento con esta acusación y ha presentado una demanda contra el profesor de la Escuela de Negocios IE, alegando que el grupo ha difamado y amenazado su honor.
A través de la demanda, Promusicae exige 20,000 euros por daños y perjuicios, y una disculpa pública. Ellos afirman que las acusaciones son falsas y que “parte de la información suministrada en el sitio web es falsa y viola el honor y el buen nombre del grupo”.
El Profesor, por otro lado, dice que su reclamo fue bien investigado y que se consultó a expertos en ley de competencia antes de escribirlo. E incluso si ese no es el caso, Dans cree que tiene derecho de hacer tales afirmaciones en una sociedad libre y abierta.
“En resumen, lo que dije en el artículo fue mi opinión, protegida por el derecho a la libertad de expresión y, como lo documenté correctamente y profesionalmente, el derecho a la libertad de información”.
“Mantengo mi opinión”, escribe en un post nuevo. “Por supuesto que puede ser debatible, pero incluso si estaban bien fundadas y yo estaba equivocado, no puedo pensar cómo pueda ser un atentado contra el honor de una sociedad tal como Promusicae”.
Dans dice que para el grupo de música es su única salida para censurar a críticos el mismo.
“¿La realidad? Promusicae está utilizando el “honor” como argumento para restringir el derecho a la libertad de expresión e información. Después de muchos años de enfrentamientos directos y en repetidas ocasiones ser humillado en numerosos foros públicos, ahora quieren hacerme callar a través de una demanda”.
“Ellos no quieren ser mencionados o que se hable acerca de ellos”, Escribe Dans.
Lo irónico de la situación es que la demanda está teniendo completamente el efecto contrario. La noticia ha sido ampliamente cubierta en los medios de comunicación españoles en las últimas 24 horas y está siendo compartida en inglés también.
Dans está tomando la oportunidad para pedirle a pequeños sellos y artistas que lo ayuden a probar su punto. Así que en lugar de ocultar las acusaciones a través de una demanda, Promusicae se ha hecho más vulnerable que antes.
El día de ayer, Twitter anunció mediante su blog que de ahora en adelante tienen la posibilidad de retener reactivamente el contenido de usuarios en un país determinado.
Antes sólo se podía remover el contenido a nivel mundial, mientras que ahora les será posible mantener tweets visibles para el resto del mundo a pesar de que hayan sido prohibidos en algún país.
Twitter ha tenido un papel importante en los años recientes al facilitar que opositores del gobierno y protestantes de varios países se organicen y difundan mensajes no autorizados dentro y fuera de sus respectivos países. Ante este tipo de situaciones, el gobierno de China bloqueó el servicio de Twitter, y Egipto lo hizo también en el apogeo de las protestas que eventualmente derribaron al presidente egipcio Hosni Mubarak.
Pero ahora Twitter puede cumplir con las normas locales mediante el bloqueo de tweets sólo en el país en que están prohibidos:
“A medida que continuamos creciendo internacionalmente, vamos a entrar en países que tienen diferentes ideas acerca de los contornos de la libertad de expresión. Algunos difieren tanto de nuestras ideas que no seremos capaces de existir allí. Otros son similares, pero, por razones históricas o culturales, restringen ciertos tipos de contenido, como Francia o Alemania, que prohiben contenido pro-Nazi”
Twitter publicará las solicitudes de retención de contenido como parte de su transparencia, a través de la ampliación de su alianza con Chilling Effects, el cual es un proyecto dedicado a rastrear restricciones en contenido en línea.
Aunque hasta el momento la compañía dice no haber utilizado aún esta habilidad, comenta que tratarán de mantener disponible el contenido siempre y en donde les sea posible, y que serán transparentes con los usuarios cuando alguno de sus tweets sea censurado.
Este jueves en Tokio, el Reino unido y otros 21 países de la Unión Europea firmaron el Acuerdo comercial anti-falsificación (ACTA), sin embargo sus firmas no servirán de nada hasta que el Parlamento Europeo apruebe dicho acuerdo en junio.
Los países que no firmaron el tratado son: Alemania, los Países Bajos, Estonia, Chipre y Eslovaquia. Muchos otros países, como Estados Unidos, Japón y Australia, firmaron el documento en septiembre del año pasado.
La versión final de ACTA es muy diferente a los primeros borradores, que habrían obligado a los países a desconectar a los usuarios de Internet si se comprueba el intercambio de contenidos con copyright en repetidas ocasiones. La Unión Europea rechazó esta propuesta, y otras ideas tales como la penalización de la utilización de una cámara de teléfono móvil en un cine, también quedaron en el camino.
A pesar de esto, los ciudadanos de la Unión Europea están preocupados por la manera en que ACTA pueda afectar la libertad de expresión y el acceso a medicinas, así como el acceso a la cultura y al conocimiento.
El primer tratado tendrá que ser debatido por el Comité de Comercio Internacional de la Unión Europea (INTA) a finales de febrero o principios de marzo, y luego sometido a votación por el INTA en abril o mayo. La votación plenaria final clave está programada para llevarse a cabo en el Parlamento Europeo entre el 11 y 14 de junio.
El vocero de La Quadrature du Net, Jérémie Zimmermann, afirma que “Los ciudadanos europeos deben reclamar democracia, contra la influencia perjudicial de los intereses corporativos sobre elaboración de políticas globales”.
El Parlamento Europeo ha adoptado una resolución que critica a el decomiso de nombres de dominio de sitios web que infringen, por autoridades de los EE.UU.. De acuerdo con la resolución estas medidas tienen que ser contrarrestadas, ya que ponen en peligro “la integridad del Internet global y la libertad de comunicación“. Con esta posición el Parlamento Europeo se une a una lista cada vez mayor de oponentes a el Stop online piracy act (Ley de la piratería paro en línea).
A partir de 2010, las autoridades de EE.UU. han utilizado estos decomisos de dominios como una herramienta estándar para acabar con los sitios web que se considera que facilitan la infracción de los derechos de autor.
A pesar de las fuertes críticas del público, expertos jurídicos y grupos de libertades civiles, tomar el control de nombres de dominio es ahora una de las medidas incluidas en la pendiente Stop Online Piracy Act (SOPA), leyes destinadas a dar a los titulares de derechos de autor más herramientas para proteger sus derechos contra sitios extranjeros.
La oposición a la SOPA ha estado aumentando en los últimos días, y hoy el Parlamento Europeo suma su voz para criticar fuertemente los decomisos de dominios que son parte de ella.
Una resolución sobre la Cumbre UE-EEUU que se celebrará a finales de este mes destaca “la necesidad de proteger la integridad de el Internet global y la libertad de comunicación, absteniéndose de adoptar medidas unilaterales para revocar las direcciones IP o los nombres de dominio.”
El Departamento de Estado, para el cual Peter Van Buren ha trabajado por 23 años, comenzó una investigación contra él a principios del mes de Septiembre, y puede ser despedido por “divulgar información clasificada”. O, como otros podrían llamarlo, por postear un link a WikiLeaks.
Peter dice que su crimen era un enlace que publicó el 25 de Agosto en la entrada de un blog que discutía sobre la hipocresía de las recientes acciones de Estados Unidos contra el líder libio Muammar Gaddafi. El enlace iba a un cable del año 2009 que trataba sobre la venta de repuestos militares de Estados Unidos a Gadafi a través de un intermediario portugués.
Los investigadores del Departamento de Estado, según dijo Peter, exigieron saber quién le había ayudado con su blog y le dijeron que cada post en blogs, en Facebook y cada tweet de empleados del Departamento de Estado, tienen que ser previamente autorizados por el Departamento antes de su publicación.
Además comenta que esto hace estremecer la libertad de expresión, enviando un mensaje a otros empleados acerca del precio de hablar con franqueza.