Investigadores trabajaron en el desarrollo de un material fuerte y reversible que funciona como esponja para capturar y almacenar dióxido de carbono gaseoso, en el laboratorio Sir Fraser Stoddart del colegio Colegio Weinberg de Artes y Ciencias. El dióxido de carbono se considera gas invernadero y su control representa un problema ambiental urgente.
Los cristales porosos (conocidos como estructuras metal-orgánicas, o MOF por sus siglas en inglés) del nuevo material son muy eficientes absorbiendo dióxido de carbono, y el componente pricipal, gamma-ciclodextrina (CD), es una molécula natural biorenovable de azúcar derivada del almidón de maíz. Esto le da gran ventaja sobre otros MOFs no renovables que generalmente se preparan a partir de materiales derivados de petróleo crudo y suelen incorporar metales pesados tóxicos.
Los autores concluyen que el hecho de que estos CD-MOFs puedan producirse de materiales favorables al medio ambiente cuya síntesis es esencialmente neutral en carbono y han demostrado capacidad para absorber dióxido de carbono de la atmósfera, los convierten en materiales prometedores para la fijación de carbono.
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http://www.sciencedebate.com/ (en inglés)