Los científicos rusos y estadounidenses que descubrieron los elementos 114 y 116 (actualmente con nombres provisionales, Ununquadio y Ununhexium respectivamente) propusieron denominarlos con los nombre de Flerovio (en honor al físico soviético Georgi Nikolaievich Fliorov) y Livermorio (en reconocimiento al Laboratorio Nacional de Livermore, California), falta aún la aprobación del Organismo Científico Oficial.
Estos elementos superpesados no se encuentran en la naturaleza, se sintetizan en los reactores nucleares y fueron obtenidos en el ciclotrón del Laboratorio de Reacciones Nucleares Georgi Fliorov del Instituto Unificado de Estudios Nucleares, ubicado en la ciudad rusa de Dubna. Los experimentos para obtenerlos fueron llevados en conjunto por físicos rusos y estadounidenses.
Los rayos de las tormentas eléctricas, originan el fenómeno conocido como Resonancia de Schumann.
De manera simultánea en la Tierra llegan a producirse hasta 2000 tormentas eléctricas generando unos 50 rayos por segundo, estos crean ondas electromagnéticas que empiezan a circular alrededor de nuestro planeta, quedando encapsuladas entre la superficie terrestre y el inicio de la ionósfera (situada a 60 Kilómetros de altitud). En este punto, lo interesante es que las ondas que tienen la misma longitud se combinan aumentando de esta manera su fuerza y finalmente crean un latido atmosférico que es lo que se conoce como Resonancia de Schumann.
Recientemente mediciones tomadas por el instrumento Vector Electric Field Instrument (VEFI) de la NASA, que se encuentra a bordo del satélite Comunication/Navigation Outage Forecast System y que sirve para medir los campos electromagnéticos, ha detectado trazas de resonancia de Schumann en el espacio exterior.
Este nuevo hallazgo lleva a dos cosas: modificar los actuales modelos en este campo y poder medir la resonancia desde el espacio. Los científicos podrán contar con más datos que permitan un mejor estudio de los rayos, las tormentas eléctricas y de la atmósfera baja.
Científicos de la Universidad de Georgia, encabezados por Zhengwei Pan, crearon un material que exponiéndolo solo un minuto a la luz solar puede generar luz infrarroja por un tiempo aproximado de 360 horas.
Los científicos utilizaron iones de cromo trivalentes (emisores de luz en el infrarrojo cercano de 800 a 2,500 micrómetros) que por la acción de los cuantos de luz del sol, pasan a un estado energético más alto, pero que al regresar a su estado inicial, los electrones expulsan la energía acumulada en forma de luz infrarroja durante varios milisegundos. Para aprovechar la particularidad de estos iones, los inventores crearon una estructura química, incrustando los iones de plomo en una matriz de un compuesto de Zinc, de esta forma la energía producida por los electrones agitados queda atrapada en esta matriz por más tiempo y al devolverlos a los iones de plomo, la sustancia emite luz infrarroja durante muchos días.
Tres años duraron los científicos para crear esta estructura química, la cual ya fue probada dentro y fuera de edificios, en días soleados, nublados y lluviosos, se mojó con agua dulce y salada y se introdujo en una solución corrosiva. El material no sufrió ningún daño.
Se habla acerca de lo que las energías renovables pueden hacer o no hacer. El sol y el viento son quizás prácticamente inagotables, pero las energías “renovables” no lo son. Energía solar, eólica y geotérmica, no son fundamentalmente diferentes de otras tecnologías energéticas que consumen los recursos naturales agotables.
De alguna manera, la gente en todo el espectro político-medioambientalistas parecen haber llegado a un acuerdo tácito, un acuerdo casi unánime sobre lo que significa renovables: Es una categoría que incluye la energía solar, eólica, hidráulica, biomasa y energía geotérmica. Como el Departamento de Energía de los EE.UU. explica a los niños: “La energía renovable proviene de cosas que no se acabarán: viento, agua, luz solar, las plantas, y más. Estas son cosas que se pueden reutilizar una y otra vez, no renovables: la energía proviene de las cosas que se agotarán un día como petróleo, carbón, gas natural y uranio”.
Energías renovables suena mucho más natural y creíble que una máquina de movimiento perpetuo, pero hay un gran problema: a menos que se esté planeando vivir sin electricidad y sin transporte motorizado, se necesita algo más que el viento, el agua, la luz del sol, y las plantas de energía. Se necesitan las materias primas, bienes raíces y otras cosas que se agotarán algún día. Así como cosas que tienen que ser extraídas, taladradas, transportadas, y arrasadas, no simplemente de cosecha o de cría. Se necesitan los recursos no renovables.
Ahora hay 7 mil millones de humanos en este planeta. Hasta que encontremos una manera de reducir nuestro consumo de energía y de compartir los recursos finitos de la tierra más equitativamente entre naciones y generaciones, “renovable” podría solo ser llamada “miscelánea”.
Investigadores de la Universidad de Stanford están trabajando en la creación de una nueva generación de baterías de bajo costo, alta duración, gran capacidad de almacenamiento y serían capaces de resistir hasta 40,000 ciclos de carga (equivalente aproximádamente a unos 30 años de funcionamiento) y solo mermaría el 17% de su capacidad de almacenamiento transcurridos estos ciclos o tiempo.
Esta batería se basa en los mismos principios que las baterías de iones de litio o potasio.
Esta nanobatería está compuesta de hierro, cobre y cianuro y formando nanopartículas cristalinas las cuales son depositadas en un sustrato de carbono, dan origen al electrodo. Después de esto la batería se forma sumergiendo los electrodos en un electrólito que en este caso es una solución de nitrato de potasio.
Las actuales baterías de plomo, se vuelven obsoletas después de algunos centenares de ciclos de carga y las de iones de litio aguantan solo un promedio de 1,000 cargas.
La empresa Solar Botanic, ha creado árboles que estéticamente son copias de los naturales, su diferencia está en la fabricación de sus estructuras que están hechas con nanotecnología, cuentan con un sistema que les permite captar la energía solar y eólica, a través de células fotovoltaicas, termovoltaicas y por el movimiento de las hojas cuando éstas son movidas por el viento.
Gracias a la combinación de los dos tipos de células, que convierten la radiación térmica en energía eléctrica, aún pueden seguir generándola horas después de la puesta de Sol. Según Solar Botanic, un árbol (no especifican tamaño) de hojas anchas parecido al Roble o Arce podría generar 3,500 Kwh y 7,000 Kwh al año. Además estos árboles proporcionarían sombra, servirían como barrera acústica y visualmente ofrecen una alternativa para la decoración.
John C. Mankis, ex jefe del Departamento de Tecnologías Innovadoras de la NASA, este lunes presenta un estudio en Washington, sobre la instalación de centrales de energía solar en la órbita terrestre, que técnicamente será viable entre 10 y 20 años.
La idea original no es de John C. Mankis, y consiste en instalar en el espacio centrales solares para recoger la energía solar y transmitirla de forma inalámbrica a cualquier parte de nuestro planeta, así como, colocar en la órbita geoestacionaria por encima del ecuador de la tierra, varios satélites con paneles solares.
Según un proyecto de la Agencia Espacial Japonesa, este conjunto de satélites sería una gigantesca nave (1,600 veces mayor que la Estación Espacial Internacional). La energía obtenida por estos paneles, será transmitida a la tierra vía microondas electromagnéticas o por rayos láser. Las centrales solares espaciales captarían energía todo el tiempo, ya que la sombra de la tierra no los ocultaría.
Se sabe que el Sol emite energía 7,700 veces más de la que necesita la humanidad. La potencia que pueden generar los paneles solares en la órbita geoestacionaria será de 1,371 watts por metro cuadrado, frente a 200 watts que generan en la superficie terrestre, esto debido a que la luz del sol no está filtrada por la atmósfera y las nubes.
La Compañía Qualcomm ha estado desarrollando una nueva tecnología para la recarga inalámbrica de coches eléctricos, lo que dejaría como algo auxiliar o eliminaría los enchufes, cables, sistemas estandarizados y “gasolineras”, para reducirlo a un sistema de recarga de manera inalámbrica.
Su funcionamiento es muy sencillo, basta con estacionar el coche de la manera acostumbrada, el propio sistema se alinea automáticamente para empezar la recarga de la batería, ésta se realiza gracias a la tecnología inalámbrica de transferencia por inducción de energía desarrollada por Qualcomm, la cual permite la transmisión de energía de gran eficacia a través de espacios vacíos.
Esta tecnología está en avanzado desarrollo, se tiene previsto que las primeras pruebas previas a su comercialización inicien a principios del 2012, en 50 vehículos eléctricos, que serán en Londres con el apoyo del gobierno, el consistorio londinense y la empresa Transport for London.
Urge un cambio absoluto de dirección en lo referente a la energética mundial, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), pues cada vez es mas difícil mantener el calentamiento del planeta por debajo de los 2º centígrados (objetivo fijado en las cumbres internacionales). De no haber inversiones y un compromiso global vinculante por el medio ambiente, las emisiones que se permitirían hasta el 2035 para cumplir con el objetivo de los 2 grados se habrán agotado en 2017.
Anteriormente expertos de la ONU, indicaron que un incremento de 1.5 grados centígrados, implica ya riesgos de clima extremo para muchos países, sobre todo los que se ven amenazados por el peligroso aumento del nivel de la línea oceánica.
Los países deben implementar una política más intensa para aumentar la porción de energía limpia, pues aunque se calcula que en 25 años las energías renovables constituyan un 18%, contra el 13% actual, esto no será suficiente para ayudar a mitigar el efecto del calentamiento global.
En 2010 China fue el líder mundial en la producción de energía eólica, seguida por España, USA, Alemania e India. Estos cinco países albergan mas del 70% de las instalaciones eólicas en el mundo. Se estima que para el 2050 la producción global de esta energía sea del 34.2%
Por otro lado, para el año 2050, la energía solar podría suministrar hasta una cuarta parte de la demanda eléctrica mundial, según datos de la AIE. El Sahara en seis horas recibe tanta energía solar como la que consume todo el mundo en un año, es por eso que Alemania esta acelerando recientemente un gigantesco proyecto energético, con el que se pretende “sembrar” decenas de granjas solares en este desierto. Este proyecto esta apoyado por entidades españolas e italianas y arrancará el próximo año, estimando que en el 2050 cubra el 15% del consumo eléctrico de Europa.
La empresa Nth Degree Technologies, desarrolló un proceso de fabricación para obtener tiras de LEDs que están impresas en superficies planas, con éstas se pueden hacer bombillas con un aspecto como si fueran simples tiras de papel. Estas “tiras de luz” son completamente flexibles y se pueden adaptar a cualquier tipo de superficie.
La tira impresa con LEDs está hecha sobre una base que es una oblea de nitruro de galio (en una oblea de 4 pulgadas de superficie, se obtienen hasta 8 millones de LEDs), una vez fabricados los LEDs sobre la oblea, se cubren con una resina, formando una especie de tinta que se deposita sobre la superficie lisa. También llevan una capa de tinta de plata que sirve para hacer los contactos eléctricos, una capa de fósforo para controlar el color de la luz emitida por los LEDs, una capa aislante para evitar cortocircuitos y un contacto frontal hecho con cables extremadamente pequeños que la luz los atraviesa y el ojo humano no percibe su presencia.
Estos LEDs emiten 20 lúmenes por cada watts de energía (una bombilla tradicional de 60 watts, emite 14 lúmenes por cada watts) y se está trabajando para aumentar la eficiencia de éstos, para lograr un rendimiento de 75 lúmenes por watts, dentro de algunos meses.