Investigadores crean modelo de movilidad humana

Migración
© elarsenal.net

Investigadores crean el primer modelo a gran escala de movilidad humana que incorpora la naturaleza humana. El trabajo es ampliamente aplicable a estudios de desplazamiento, migración, transporte de mercancía e incluso epidemias.

Denise Brehm, Civil and Environmental Engineering, MIT News Office. Original (en inglés).

Por más de medio siglo, muchos científicos sociales y geógrafos urbanos interesados en modelar el movimiento de gente y bienes entre ciudades, estados o países han dependido de una fórmula estadística llamada ley de gravedad, que mide la “atracción” entre dos lugares. Introducido en su forma contemporánea por el lingüista George Zipf en 1946, la ley está basada en la suposición de que el número de viajes entre dos ciudades es dependiente del tamaño de la población y la distancia entre las ciudades. (El nombre viene de una analogía con la ley de gravedad de Newton, que describe la atracción entre dos objetos basado en la masa y la distancia.)

Aunque es ampliamente usada en estudios empíricos, el modelo de gravedad no es muy preciso para hacer predicciones. Los investigadores deben readaptar datos al modelo incluyendo variables específicas a cada estudio para poder forzar los resultados a que concuerden con la realidad. Y con muchos más datos ahora siendo generados por las nuevas tecnología como los teléfonos celulares y el Internet, los investigadores en muchos campos están viendo hacia el estudio de movilidad humana con un deseo de aumentar su rigor científico.

Para este fin, investigadores del MIT, la Universidad Northeastern y la Universidad de Padua en Italia han identificado una falla subyacente en el modelo de gravedad: La distancia entre dos ciudades es mucho menos importante que el tamaño de la población en el área que las rodea. El equipo ha creado ahora un modelo que toma los motivos humanos en consideración en lugar de simplemente asumir que las ciudades más grandes atraen más desplazados. Probaron entonces su “modelo de radiación” en cinco tipos de estudios de movilidad y compararon los resultados a datos existentes. En cada caso, las predicciones del modelo de radiación eran mucho más precisas que el modelo de gravedad, el que a veces falla por un orden de magnitud (10 veces más grande o más chico).

“Usando una aproximación multidisciplinaria, se nos ocurrió una simple fórmula que trabaja mejor en todas las situaciones y muestra que la distribución de la población es el factor clave en determinar flujos de movilidad, no la distancia”, dijo Marta González, la Profesora Asistente de Desarrollo de Carreras de Gilbert Winslow en el departamento de Ingeniería Civil y Ambiental y la División de Sistemas de Ingeniería en el MIT, y co-autora de una revista académica publicada el 26 de Febrero en la edición en línea de Nature. “Quería ver si podíamos encontrar una manera de hacer que el modelo de gravedad trabajara más precisamente sin tener que cambiarlo para coincidir con cada situación”.

El profesor de física Albert-László Barabási de Northeastern es el autor líder e investigador principal en el proyecto. Filippo Simini de Northeastern y Amos Maritan de la Universidad de Padua son co-autores.

“Creo que esta revista académica es un avance mayor en nuestro entendimiento del comportamiento humano,” dijo Dirk Brockmann, un profesor asociado de ciencias de ingeniería y matemáticas aplicadas en la Universidad Northwestern quien no estuvo involucrado en el proyecto de investigación. “El valor clave del trabajo es que proponen una teoría real de movilidad haciendo pocas suposiciones básicas, y este modelo es sorprendentemente consistente con datos empíricos”.

La ley de la gravedad establece que el número de personas en una ciudad que se desplazaran a una ciudad más grande está basado en la población de la ciudad más grande. (Mientras más grande sea la población de la ciudad grande, el modelo predice más viajes.) El número de viajes se reducirá según la distancia entre las ciudades crezca. Un problema obvio con este modelo es que predecirá viajes a una ciudad grande sin tomar en consideración que el tamaño de la población de las ciudades más pequeñas pone un límite finito en cuanta gente es posible que viaje.

El modelo de radiación considera esto y otras limitaciones del modelo de gravedad al enfocarse en la población del área que rodea, que está definida por el círculo cuyo centro es el punto de origen y cuyo radio es la distancia al punto de atracción, usualmente un trabajo. Asume que la disponibilidad de trabajos es proporcional al tamaño de la población del área entera y califica lo atractivo de un trabajo potencial basado en la densidad de población y la distancia de viaje. (La gente esta dispuesta a aceptar desplazamientos más largos en áreas con menor densidad de población que tienen pocas oportunidades de trabajo).

Para demostrar la precisión del modelo de radiación al predecir el número de desplazados, los investigadores seleccionaron dos pares de distritos en Utah y Alabama – cada uno con un conjunto de ciudades con tamaños de población y distancias entre ellos comparables. En esta instancia, el modelo de gravedad predice que una persona se desplazará entre cada set de ciudades. Pero de acuerdo a los datos del censo, 44 personas de desplazaron en Utah y seis en el área escasamente poblada de Alabama. El modelo de radiación predice 66 desplazados en Utah y dos en Alabama, un resultado dentro del límite aceptable de error estadístico, dice González.

Los co-autores también probaron el modelo en otros índices de conectividad, incluyendo viajes cada hora medidos por datos telefónicos, desplazamiento entre distritos de los Estados Unidos, migración entre ciudades estadounidenses, llamadas telefónicas entre ciudades hechas por 10 millones de usuarios anónimos en un país Europeo, y el envío de bienes por cualquier forma de transporte entre estados en los Estados Unidos y las mayores áreas metropolitanas. En todos los casos, los resultados del modelo coincidieron con datos existentes.

“Lo que diferencia el modelo de radiación de otros modelos fenomenológicos es que Simini y todos asumen que la migración o el movimiento de un individuo a un nuevo lugar está determinado por lo que ‘es ofrecido’ en el lugar – por ejemplo, oportunidades de trabajo – y que este potencial de empleo es en función del tamaño de un lugar”, dijo Brockmann. “A diferencia del modelo de gravedad y otros modelos de la misma naturaleza, el modelo de radiación está basado en el motivo humano posible. Los modelos de gravedad solo asumen que la gente se mueve a las grandes ciudades con alta posibilidad y que también este movimiento probablemente se reduce con la distancia; no están basados en el primer principio subyacente”.

Reimpreso con permiso de MIT News.

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http://web.mit.edu/ (en inglés)

Nuevo microchip para separar células por rodamiento

Rolling Chip
Imagen: Nicolle Rager Fuller

En un nuevo microchip, las células se separan por ruedo.

Jennifer Chu, MIT News Office. Original (en inglés).

La rodadura de una célula es un mecanismo común que las células utilizan para navegar a través del cuerpo. Durante inflamación, por ejemplo, las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos presentan ciertas moléculas que atraen a los glóbulos blancos de la sangre, solo lo suficiente para desviarlos del resto del tráfico celular del vaso. Las glóbulos blancos de la sangre después de rodar a lo largo de las paredes de los vasos, disminuyen la velocidad para ayudar en la curación de las áreas inflamadas.

Los investigadores del MIT y el Hospital Brigham y de Mujeres han diseñado un chip clasificador de células que toman ventaja de este mecanismo natural de células rodantes. El dispositivo toma mezclas de células, que fluyen a través de pequeños canales recubiertos con moléculas adhesivas. Células con receptores específicos se unen débilmente a estas moléculas, rodando lejos del resto del flujo, y hacia un recipiente separado.

Los clasificadores de células, aproximadamente del tamaño de sellos postales, se pueden fabricar uno encima de otro para separar muchas células a la vez — una ventaja para los científicos que quieren aislar grandes cantidades de células rápidamente. El dispositivo no requiere necesariamente una bomba externa para empujar las células a través del chip, lo que hace que sea una opción portátil y accesible para su uso en laboratorios o clínicas, donde las muestras de células se pueden tomar y ordenar sin el equipo especializado.

“Estamos trabajando en un dispositivo desechable donde ni siquiera se necesita una bomba de jeringa para llevar a cabo la separación”, dice Rohit Karnik, el Profesor adjunto de Ingeniería Mecánica del MIT. “Usted podría potencialmente comprar un kit de $5 o $10 dólares y obtener las células sin necesidad de ordenar cualquier tipo de instrumento [adicional]”.

Karnik colaboró con el postdoctorado Sung Young Choi del MIT y Jeffrey Karp, co director del Centro de Terapias Regenerativas de Brigham y de la Mujer. El equipo informó de sus hallazgos en un artículo publicado en línea en la revista Lab on a Chip.

Mientras que las tecnologías actuales de clasificación de células separan grandes lotes de células de forma rápida y eficiente, tiene varias limitaciones. La clasificación de células activadas por fluorescencia, una técnica ampliamente utilizada, requiere láseres y voltaje para la clasificación de células basado en su carga eléctrica — un sistema complejo que requiere múltiples partes. Los investigadores también han usado marcadores fluorescentes y perlas magnéticas que se unen a las células deseadas. Haciéndolas fácil de detectar y separar. Sin embargo, una vez recogidas, las células necesitan ser separadas de las perlas y marcadores — un paso adicional que corre el riesgo de modificar las muestras.

Ir con la corriente

El equipo de Karnik diseñó un clasificador de células compacto que no requiere de pasos o partes adicionales. El equipo lo construyó en base a su trabajo del 2007 con Robert Langer del MIT y otros, en el que por primera vez se les ocurrió el principio de la clasificación por la rodadura. Desde entonces, el grupo ha ido convirtiendo el principio en práctica, diseñando un dispositivo funcional para la ordenación de las células. La primera prueba del principio de diseño era relativamente sencilla: Las células fueron inyectadas en una sola entrada, lo que dio paso a una gran cámara recubierta en un lado por moléculas adhesivas que inducen la rodadura. Las células entrantes fluyeron a través de la cámara; las células que se unieron a las moléculas rodaron a un lado, y luego hacia una cámara de recolección.

Sin embargo, los investigadores encontraron que con el fin de permitir que las células objetivo primero se queden en la superficie de cámara, se requerían canales largos, lo que haría el dispositivo demasiado grande. En su lugar, a Choi se le ocurrió un patrón superficial que hace a las células circular dentro de la cámara. El patrón consta de 10 canales paralelos, con 50 crestas y zanjas, cada cresta de aproximadamente 40 micras de altura. Los investigadores recubrieron las crestas con P-selectina, una molécula muy conocida que promueve la rodadura de las células. Después inyectaron dos tipos de células de leucemia: uno con los receptores de la P-selectina, y el otro sin ellos. 

Encontraron que una vez inyectadas, las células entraron a la cámara y rebotaron por la parte superior de las crestas, saliendo del chip a través de una toma de corriente. Las células receptoras de P-selectina fueron “atrapadas” por la molécula pegajosa y se volcaron a las trincheras que llevaron a un recipiente aparte. A través de sus experimentos, el equipo recuperó con éxito las células que tenían la intención de separar con una pureza del 96 por ciento.

Karnik dice que el dispositivo puede ser replicado y apilado para ordenar grandes cantidades de células a un costo relativamente bajo. Él y sus colegas esperan poder aplicar el dispositivo para ordenar las demás células sanguíneas, así como cierto tipo de células cancerosas para aplicaciones de diagnóstico y células madre para aplicaciones terapéuticas. Para hacer esto, el equipo está investigando moléculas similares a P-selectina que se unen débilmente a tal célula. En el futuro, Kamik prevé rodadura de células a la medida, diseñando moléculas y superficies que se adhieran débilmente a cualquier tipo célula deseada.

“Realmente es la habilidad de diseñar moléculas para separar las células de interés lo que será poderoso”, dice Karnik. “No hay ninguna razón para creer que no se puede hacer, porque la naturaleza ya lo ha hecho”.

El dispositivo es un “diseño inteligente”, dice Milica Radisic, profesor asociado de ingeniería biomédica en la Universidad de Toronto, que no participó en esta investigación. Radisic dice que el dispositivo se basa en la hidrodinámica dentro de la cámara, que no requiere equipo externo.

“El diseño es probablemente bueno así como está para la separación de líneas celulares de leucemia”, dice Radisic. “La cuestión es si puede ser adoptado para otros pares receptores/ligandos”.

Reimpreso con permiso de MIT News.

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http://web.mit.edu/ (en inglés)

Una manera más rápida de atrapar células

Célula. Imagen: Jungwoo Lee
Imagen: Jungwoo Lee

Un nuevo dispositivo microfluídico podría ser usado para diagnosticar y monitorear cáncer y otras enfermedades.

Por Anne Trafton, MIT News Office. Original (en inglés).

Separar complejas mezclas de células, como aquellas encontradas en una muestra de sangre, puede ofrecer valiosa información para diagnosticar y tratar enfermedades. Sin embargo, podría ser necesario buscar a través de miles de millones de otras células para recolectar células raras como células de tumores, células madre o células fetales. “Básicamente estás buscando una aguja en un pajar”, dijo Sukant Mittal, un estudiante graduado de la División de Ciencias y Tecnologías de la Salud (HST) de Harvard-MIT.

Mittal y sus colegas en el MIT (Massachusetts Institute of Technology) y el Hospital General de Massachusetts demostraron como un nuevo dispositivo microfluídico puede aislar células objetivo mucho más rápido que los dispositivos existentes. Dicha tecnología podría ser usada en diagnósticos y medicina personalizada.

Los investigadores describen sus resultados en la edición del 21 de febrero del Diario Biofísico. Otros autores de la revista académica son Ian Wong, un postdoctorado en la Escuela Medica de Harvard (HMS. el profesor de ingeniería química del MIT William Deen, y el profesor de Ingeniería Biomédica en el MGH, HMS y HST Mehmet Toner.

Los investigadores usaron un número de técnicas para ordenar las células basadas en diferencias en tamaño, densidad o propiedades eléctricas. Sin embargo, ya que las características físicas de las células pueden variar significativamente, estas técnicas corren el riesgo de separar las células incorrectamente, llevando a un diagnóstico erróneo. Una manera más específica de aislar células es usar anticuerpos que se enganchen a distintas moléculas mostradas en la superficie de las células objetivo.

Sin embargo, este acercamiento selectivo solo funciona si las células objetivo entran en contacto con los anticuerpos diseñados para capturarlas. Esto es improbable que suceda cuando las células están moviéndose a velocidades relativamente altas.

“Imagina que estás parado en un puente sobre un río, y tiras un mensaje en una botella en el centro”, dice Wong. Si el río se está moviendo realmente lento, puedes imaginar que eventualmente la botella andará a la deriva hasta la orilla del río y alguien podrá recogerla. Pero si el río está fluyendo muy rápido, entonces la botella es barrida por la corriente sin llegar a acercarse a los lados”.

Ese es el problema que el equipo necesitaba resolver, dijo Wong: “¿Podemos girar la botella hacía la orilla del río para que pueda ser capturada?” Para alcanzar eso, los investigadores del MIT y el MGH diseñaron su dispositivo para guiar el fluido hacia la parte baja del canal conforme fluye, poniendo en contacto más de las células con los anticuerpos. La clave para su nuevo diseño es el uso de una membrana suave con poros a nanoescala, que separa dos microcanales adyacentes.

Las células entran solamente en un canal, y conforme fluyen a través del canal, el fluido es rápidamente atraído al divisor poroso, llevándose las células con él. El fluido puede pasar al otro canal, pero las células no. Una vez que alcanzan la superficie, comienzan a girar – con la suficiente lentitud para que las células objetivo tengan tiempo de pegarse a los anticuerpos y ser capturadas, pero lo suficientemente rápido para mantener a las otras células moviéndose. Dicho comportamiento de rodar es similar a como las células blancas sanguíneas o las células madre selectivamente “establecen su hogar” en sitios de infección y lesión en el cuerpo.

Shashi Murthy, un profesor asociado de ingeniería química en la Universidad Northeaster, dijo que el dispositivo es simple pero muy bien diseñado. “El campo de los microfluidos se ha dado en su mayoría por prueba y error experimental”, dijo Murthy, quien no estuvo involucrado en esta investigación. “Uno rara vez ve un análisis tan a profundidad, y uno tan bien aterrizado en teoría”.

Una aplicación potencial para estos dispositivos es aislar células cancerosas de muestras de sangre de pacientes. El grupo de Toner ya ha mostrado previamente que el número de células de tumor circulando en el torrente sanguíneo está correlacionado con la respuesta clínica al tratamiento en un paciente dado, sugiriendo el potencial para medicina personalizada para pacientes de cáncer.

“Será necesaria una considerable validación y pruebas antes de que este dispositivo en su etapa temprana pueda ser desplegada en las clínicas”, dijo Toner. “Sin embargo, este novedoso acercamiento podría permitir emocionantes oportunidades de diagnóstico y terapia que no son posibles usando tecnología existente”.

Reimpreso con permiso de MIT News.

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Biólogos desacreditan la teoría de que el sexo masculino desaparecerá

Cromosomas Humanos durante Metafase. Imagen: Steffen Dietzel. CC BY-SA
Cromosomas Humanos durante Metafase. Imagen: Steffen Dietzel. CC BY-SA

Desde hace varios años circula la historia de que el cromosoma Y, el cual determina el sexo de los hombres, está desapareciendo ha estado circulando por Internet. Según la historia, este cromosoma, que en el pasado llevaba alrededor de 800 genes al igual que el cromosoma X, ha perdido cientos en los últimos 300 millones de años y dejará de existir en alrededor de 10 millones de años.

Investigadores del Instituto Whitehead para Investigación Biomédica en el MIT, quienes publicaron un estudio en la última edición de Nature, encontraron evidencia que sugiere que el cromosoma Y no perderá los 19 genes que le quedan. Los investigadores compararon el cromosoma Y del mono rhesus, un primate cuyo camino evolucionario divergió del de los humanos hace alrededor de 25 millones de años. Los investigadores descubrieron que los humanos solo han perdido un gen del cromosoma Y desde que el mono rhesus y la gente tomaron diferentes caminos evolutivos.

Esto básicamente desacredita la supuesta teoría de que el cromosoma Y está desapareciendo.

“El Y estuvo en caída libre al principio, y genes se perdieron a una velocidad increíblemente rápida”, dijo David Page, director del instituto Whitehead. “Pero entonces se niveló, y ha estado bien desde entonces”.

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Exitosa prueba humana de implante programable que entrega medicina

Imagen: M. Scott Brauer
Imagen: M. Scott Brauer

Esta semana, investigadores del MIT y científicos de MicroCHIPS Inc. reportaron que usaron exitosamente un chip para administrar dosis diarias de una droga para osteoporosis normalmente administrada por inyecciones. Los resultados representan la primera prueba exitosa de dicho dispositivo y podrían llevar a una nueva era de telemedicina – llevando el cuidado de la salud a distancia.

En el nuevo estudio, científicos utilizaron implantes programables para entregar la droga para osteoporosis llamada teriparatide a siete mujeres entre las edades de 65 y 70 años. El estudio encontró que el dispositivo entregó dosis comparables a las de inyecciones, y no hubo efectos secundarios adversos.

Las pruebas clínicas en humanos comenzaron en Dinamarca en enero de 2011. Los chips fueron implantados durante procedimientos de 30 minutos en la oficina del doctor utilizando un anestésico local, y estuvieron en los pacientes por cuatro meses. Los implantes probaron ser seguros, y los pacientes reportaron que olvidaron que tenían el implante. El implante contenía varias dosis, y gracias a que son programables, las dosis pueden ser agendadas o activadas remotamente por un dispositivo de radio comunicación en una frecuencia especial.

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Nuevo sistema permite a robots mapear su entorno continuamente

PR2 con Kinect. Imagen: Hordur Johannsson
PR2 con Kinect. Imagen: Hordur Johannsson

Un algoritmo para construir mapas tridimensionales requiere una cámara de bajo costo, y ninguna entrada humana.

Por Helen Knight, corresponsal de MIT News. Original (en inglés).

Robots podrían navegar un día a través de entornos constantemente cambiantes con virtualmente no entrada humana, gracias a un sistema que les permite construir y actualizar continuamente un mapa tridimensional de su entorno utilizando una cámara de bajo costo como el Kinect de Microsoft.

El sistema, que está siendo desarrollado en el Laboratorio de Ciencia Computacional e Inteligencia Artificial (CSAIL) del MIT (Massachusetts Institute of Technology – Instituto Tecnológico de Massachusetts), también podría permitirle a la gente ciega encontrar su camino sin ayuda a través de edificios con mucha gente como hospitales y centros comerciales.

Para explorar entornos desconocidos, los robots necesitan ser capaces de mapearlos conforme se mueven alrededor – estimando la distancia entre ellos mismos y los muros cercanos, por ejemplo – y planear una ruta alrededor de cualquier obstáculo, dice Maurice Fallon, un científico investigador en CSAIL quién está desarrollando estos sistemas junto con John J. Leonard, profesor de ingeniería mecánica y oceánica, y el estudiante graduado Hordur Johannsson.

Pero mientras que una gran cantidad de investigaciones han sido dedicadas a desarrollar mapas que robots puedan usar para navegar alrededor de un área, estos sistemas no pueden ajustarse a cambios que ocurren en los alrededores con el tiempo, dice Fallon: “Si ves objetos que no estaban ahí previamente, es difícil que un robot incorpore eso en su mapa”.

El nuevo acercamiento, basado en una técnica llamada Localización y Mapeo Simultáneos (SLAM), le permitirá a los robots actualizar constantemente un mapa según aprendan nueva información con el tiempo, dijo. El equipo probó previamente el acercamiento en robots equipados con escáneres láser caros, pero en una revista académica que será presentada este mayo en la Conferencia Internacional sobre Robótica y Automatización en St. Paul, Minnesota, han mostrado como un robot puede localizarse a si mismo en un mapa con solo una cámara de bajo costo como la del Kinect.

Conforme el robot viaja a través de una área inexplorada, la cámara de video de luz visible del sensor del Kinect y el sensor de profundidad infrarrojo escanean los alrededores, construyendo un modelo tridimensional de los muros del cuarto y los objetos en él. Entonces, cuando el robot pasa a través de la misma área de nuevo, el sistema compara las características de la nueva imagen que ha creado – incluyendo detalles como los bordes de los muros, por ejemplo – con todas las imágenes previas obtenidas hasta encontrar una coincidencia.

Al mismo tiempo, el sistema estima constantemente el movimiento del robot, usando sensores a bordo que miden la distancia que sus ruedas han rotado. Combinando la información visual con estos datos de movimiento, puede determinar donde está posicionado el robot dentro del edificio. Combinando las dos fuentes de información le permite al sistema eliminar errores que podrían surgir si solo dependiera de los sensores a bordo del robot, dice Fallon.

Una vez que el sistema está seguro de su posición, cualquier nueva característica que haya aparecido desde que la imagen previa fuera tomada puede ser incorporada al mapa combinando las imágenes de la escena vieja y nueva, dice Fallon.

El equipo probó el sistema en una silla de ruedas robótica, un robot PR2 desarrollado por Willow Garage en Menlo Park, California, y en un traje de sensores portátil vestido por un voluntario humano. Encontraron que podía localizarse a sí mismo dentro de un mapa tridimensional de sus alrededores mientras viajaba hasta 1.5 metros por segundo.

Ultimadamente, el algoritmo podría permitirle a los robots viajar alrededor de oficinas o edificios de hospitales, planeando sus propias rutas con muy poca o ninguna entrada de humanos, dice Fallon.

También podría ser utilizada como una ayuda visual que se puede vestir para gente ciega, permitiéndoles moverse incluso en edificios grandes y llenos de gente de forma independiente, dijo Seth Teller, director del grupo Robótica, Visión y Redes Sensoriales en CSAIL y un investigador principal del proyecto de mapeo portable por humanos. “También hay muchas aplicaciones militares, como mapear un bunker o una red de cuevas para permitir una rápida entrada y salida cuando sea necesario”, dijo. “O un equipo HazMat (Hazardous Materials – Materiales Peligrosos) podría entrar en un sitio de armas químicas o biológicas y mapearlo rápidamente a pie, mientras marca cualquier punto u objeto peligrosos para ser manejados por un equipo de remedio que venga después. Estos equipos visten mucho equipo por lo que el tiempo es esencial, haciendo un mapeo y navegación eficientes críticos”.

Mientras que una gran cantidad de investigaciones se han enfocado en desarrollar algoritmos que le permitan a los robots crear imágenes de lugares que han visitado, el trabajo de Fallon y sus colegas toma estos esfuerzos a un nuevo nivel, dice Radu Rusu, un científico investigador en Willow Garage que no estuvo involucrado en este proyecto. Eso es por que el equipo está usando el sensor Kinect de Microsoft para mapear un espacio tridimensional entero, no solo viendo todo en dos dimensiones.

“Esto abre nuevas posibilidades emocionantes en investigación e ingeniería robótica, ya que la vieja aproximación ‘flatland’ (tierra plana) que ha estado utilizando la comunidad científica por muchos años está fundamentalmente defectuosa”, dijo. “Robots que pueden volar o navegar en entornos con escaleras, rampas y todo tipo de elementos arquitectónicos interiores están un paso más cerca a realmente hacer algo útil. Y todo comienza con ser capaces de navegar”.

Reimpreso con permiso de MIT News.

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Priones juegan papel clave en sobrevivencia y evolución de la levadura

Levadura.
Levadura. Imágenes: R. Halfmann, D. F. Jarosz, S. K. Jones, A. Chang, A. K. Lancaster, S. Lindquist, y Nature

Por vez primera, investigadores encontraron priones en cepas salvajes de levadura, y mostraron de que manera pueden ayudar a los organismos a resistir estrés ambiental.

Por Anne Trafton, MIT News Office. Original (en inglés).

Proteínas mal dobladas llamadas priones son mejor conocidas por causar enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad Creutzfeldt-Jakob y la enfermedad de las vacas locas (Encefalopatía espongiforme bovina). Sin embargo, un nuevo estudio realizado por científicos en el Instituto Whitehead del MIT (Massachusetts Institute of Technology – Instituto Tecnológico de Massachusetts) encontró que también juegan un papel mucho más benéfico.

El equipo de investigadores, liderado por Susan Lindquist, ha mostrado que en la levadura, los priones despiertan genes que pueden ayudar a la levadura a sobrevivir estrés ambiental. Además, estas nuevas características pueden ser pasadas a la descendencia, contribuyendo a la evolución de una manera inesperada.

Lindquist, un profesor de biología en el MIT, propuso por primera vez este mecanismo evolucionario hace más de una década, pero muchos científicos se resistieron a la idea por que nadie podía encontrar evidencia de que los priones existieran en cepas “salvajes” de levadura, a diferencia de las cepas de laboratorio utilizadas para estudios genéticos.

En una revista académica publicada en la edición del 15 de febrero de Nature, los investigadores probaron casi 700 cepas de levadura salvaje y encontraron priones en un tercio de ellas.

“Ahora tenemos evidencia de que estos elementos existen en la naturaleza y pueden influenciar la adaptación a una variedad de estrés que son relevantes a la sobrevivencia del organismo”, dijo Dan Jarosz, un postdoctorado en el laboratorio de Lindquist y uno de los autores líderes de la revista académica.

El otro autor principal es Randal Halfmann, ahora en el Centro Médico Suroeste de la Universidad de Texas.

Pagando sus apuestas

Los priones son conformaciones anormales de proteínas normalmente encontradas en células; las versiones mal dobladas pueden tener impresionantes efectos.

Estudios previos en cepas de laboratorio de levadura han mostrado que un prión llamado PSI+ puede formar grupos que interfieren con la habilidad de una célula de leer su propia información genética. Normalmente, instrucciones de ADN son copiadas en una molécula conocida como mensajero ARN (mRNA), el cual es leído entonces por ribosomas, donde las proteínas son ensambladas. El prión PSI+ previene que el ribosoma se detenga en el lugar correcto, así que continúa agregando a la proteína, generando potencialmente una cepa notable.

Bajo circunstancias normales, los priones aparecen en solo una de un millón de células de levadura. Su presencia actúa como un mecanismo de cobro de apuestas para la población: Si la adaptación del prión resulta no ser apta para sobrevivencia, la población pierde muy pocas células. Interesantemente, cuando el entorno se vuelve estresante, los priones comienzan a aparecer a una taza más alta. “Cuando las cosas no van bien, las células incrementan la frecuencia a la que apuestan”, dice Lindquist.

En este estudio, los investigadores encontraron evidencia de PSI+ en 10 cepas salvajes; otro prión bien conocido, MOT3+, fue encontrado en seis cepas salvajes. Para probar elementos priones previamente desconocidos, expusieron las cepas a un químico que saca PSI+ y MOT3+ fuera de su estado de prión, y encontraron que 255 cepas demostraron niveles notables tras este tratamiento. Aproximadamente 40 por ciento de esas cepas probaron ser benéficas al crecimiento en una docena de diferentes condiciones ambientales probadas, incluyendo entornos acídicos o en la presecia de drogas anti-hongos o altos niveles de etanol.

“Una cosa es decir que es posible, otra es mostrar que realmente ocurre en lo salvaje”, dice Alex Lancaster, un estudiante investigador en el laboratorio de Lindquist y un autor de la revista académica. “Esto sirve para mostrar que esto es algo que realmente podría hacer una diferencia en términos de la evolución de la levadura, y potencialmente también otros organismos”.

Las características inducidas por priones pueden ser pasadas a generaciones futuras, inicialmente a través de heredar los mismos priones, y subsecuentemente a través de mutaciones genéticas. Esto es, los rasgos pueden ser codificados en el genoma si ocurre una mutación que cause que el gen sea leído más allá de donde debería de serlo.

La nueva revista académica representa un “gran paso adelante” para entender el papel de los priones en la evolución de la levadura, dice Yury Chernoff, un profesor de nanobiología en el Instituto de Tecnología de Georgia. “Ahora podrás convencer a la gente de que no puedes seguir ignorando priones cuando hablas de conceptos evolucionarios”, dice Chernoff, quien no fue parte del equipo investigador.

Los investigadores del MIT trabajan ahora con científicos en la Universidad de Californio en San Francisco para determinar exactamente como los priones que identificaron en este estudio dan paso a nuevas características observadas en levadura. También buscan evidencia de que los priones tienen efectos similares en otros organismos.

Reimpreso con permiso de MIT News.

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http://web.mit.edu/ (en español)

Baterías líquidas podrían ayudar a la adopción de energía renovable

Batería líquida
Imagen: Patrick Gillooly

Un equipo del MIT (Massachusetts Institute of Technology – Instituto Tecnológico de Massachusetts) progresa hacia la meta de baterías económicas a escala de redes eléctricas que podrían volver viables las fuentes de energía renovable intermitentes.

Por David L. Chandler, MIT News Office. Original (en inglés).

El más grande inconveniente de muchas fuentes de energía limpia y renovable es su intermitencia: El viento no siempre sopla, el sol no siempre brilla, y así el poder que estos producen podría no estar disponible en momentos cuando es necesario. Una gran meta de la investigación de energía ha sido encontrar maneras de ayudar a suavizar estas fuentes erráticas.

Nuevos resultados de un programa de investigación en curso en el MIT, reportado en el Diario de la Sociedad Química Americana, muestra una prometedora tecnología que podría proveer esa manera de nivelar la carga que por tanto tiempo ha sido buscada – a un costo mucho menor y con una mayor duración que los métodos previos. El sistema utiliza baterías de alta temperatura cuyos componentes líquidos, como novedosos cócteles, se ajustan naturalmente en distintas capas debido a sus distintas densidades.

Los tres materiales fundidos forman los polos positivo y negativo de la batería, así como una capa de electrolito – un material que partículas cargadas atraviesan según la batería sea cargada o descargada – en medio. Las tres capas están compuestas de materiales que son abundantes y baratos, explica Donald Sadoway, el profesor de Química de Materiales del MIT y autor principal de la nueva revista académica.

“Exploramos muchos materiales”, dijo Sadoway, buscando la combinación correcta de propiedades eléctricas, la abundante disponibilidad y diferencias en la densidad que permitieran que las capas se mantuvieran separadas. Su equipo encontró un número de prometedores candidatos, dijo, y está publicando su análisis detallado de una de dichas combinaciones: magnesio para el electrodo negativo (capa superior), una mezcla de sales que contiene cloruro de magnesio para el electrolito (capa media) y antimonio para el electrodo positivo (capa inferior). El sistema operaría a una temperatura de 700 grados Celsius, o a 1,292 grados Fahrenheit.

En esta formulación, explica Sadoway, la batería entrega corriente conforme los átomos de magnesio pierden dos electrones, convirtiéndose en iones de magnesio que migran a través del electrolito hacia el otro electrodo. Ahí, re-adquieren dos electrones y se revierten a átomos ordinarios de magnesio, que forman una aleación con el antimonio. Para recargarla, la batería es conectada a una fuente de electricidad, que saca al magnesio de la aleación y a través del electrolito, donde se vuelve a unir al electrodo negativo.

La inspiración para el concepto vino del trabajo previo de Sadoway sobre el proceso electroquímico de la separación del aluminio de su óxido alúmina, que es conducido en celdas electroquímicas que operan a temperaturas altas similares. Muchas décadas de operación han probado que dichos sistemas operan confiablemente durante largos períodos de tiempo a una escala industrial, produciendo metal a un muy bajo costo. En efecto, dice, que lo que encontró fue “una manera de invertir el proceso”.

Durante los últimos tres años, Sadoway y su equipo – incluyendo el Centro Afiliado de Investigación sobre el Procesado de Materiales del MIT David Bradwell, el autor líder de la nueva revista académica – han escalado gradualmente sus experimentos. Sus pruebas iniciales usaron baterías del tamaño de un vaso de tragos cortos (shots); entonces procedieron a celdas del tamaño de discos de hockey, 7.6 centímetros de diámetro y 25 milímetros de grosor. Ahora, han comenzado pruebas en una versión de 15.2 centímetros, con 200 veces la capacidad de la versión inicial.

Las compañías de energía eléctrica podrían finalmente ser los usuarios de esta tecnología, dice Sadoway, “no importa de que estén hechas, o cual sea el tamaño. La única pregunta es cual es el costo de almacenaje” para una determinada cantidad de energía. “Puedo construir una hermosa batería al precio de la NASA”, dijo – pero cuando el costo es la motivación principal, “eso cambia la búsqueda” para el mejor material. Solo basado en la rareza y en el costo de algunos elementos, “largas secciones de la tabla periódica están fuera de los límites”.

El equipo continua su trabajo en optimizar todos los aspectos del sistema, incluyendo los contenedores utilizados para sostener los materiales fundidos y las maneras de aislarlos y calentarlos, así como maneras de reducir la temperatura de operación para ayudar a cortar los costos de energía. “Hemos descubierto maneras de reducir la temperatura operacional sin sacrificar rendimiento eléctrico o costo”, dijo Sadoway.

Mientras que otros han investigados sistemas de baterías líquidas similares, Sadoway dice que él y su equipo son los primeros en producir un sistema de almacenamiento funcional y práctico utilizando esta aproximación. Le atribuye parcialmente su éxito en esto a la mezcla única de experiencia en un lugar como MIT: “La gente en la industria de las baterías no sabe nada sobre la separación electrolítica en sales derretidas. La mayoría piensa que la operación a altas temperaturas sería ineficiente”.

Robert Huggins, un profesor emérito de ciencia de materiales e ingeniería en la Universidad de Stanford, dijo, “Para cada aproximación radicalmente diferente, hay un número de nuevos problemas prácticos a resolver para que se vuelva una alternativa práctica a usarse en el almacenamiento de energía a gran escala, [incluyendo] evaporación electrolítica, y corrosión y oxidación de componentes, así como la cuestión siempre presente del costo”. Sin embargo, dijo, este es “un acercamiento muy innovativo al almacenamiento electroquímico de energía, y está siendo explorado con un alto grado de sofisticación”.

Sadoway, junto con Bradwell, ha fundado una compañía para llevar esta tecnología a la comercialización, y estar en un año sabático trabajando con la compañía, Liquid Metal Battery Corp. (Corporación de Baterías de Metal Líquido). “Si esta tecnología tiene éxito”, dijo, “podría cambiar el juego” para la energía renovable.

El trabajo ha sido patrocinado por el Centro Deshpande de Innovación Tecnológica en el MIT, la Fundación de la Familia Chesonis, el programa ARPA-E del Departamento de Energía de los Estados Unidos, y Total, S.A.

Reimpreso con permiso de MIT News.

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http://web.mit.edu/ (en inglés)

Neurocientíficos vinculan patrones cerebro-onda al consumo de energía

Emery Brown y ShiNung Ching
Emery Brown y ShiNung Ching. Imagen: M. Scott Brauer

Un nuevo modelo de actividad neuro-eléctrica podría ayudarle a científicos a entender mejor los estados inactivos del cerebro como el coma.

Por Anne Trafton, MIT News Office. Original (en inglés).

Diferentes estados del cerebro producen diferentes ondas de actividad eléctrica, con el cerebro alerta, el cerebro relajado y el cerebro durmiendo produciendo patrones en electroencefalogramas (EEG) fácilmente reconocibles. Estos patrones cambian aún más dramáticamente cuando el cerebro entra en ciertos estados inactivos profundos durante anestesia general o un coma.

Investigadores del MIT (Massachusetts Institute of Technology – Instituto Tecnológico de Massachusetts) y de la Universidad de Harvard descubrieron como uno de estos estados inactivos, conocido como supresión de ráfagas (burst suppression), se da. El encuentro, reportado en la edición en línea de PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences) la semana del 6 de febrero, podría ayudar a los investigadores a monitorear mejor otros estados en los que ocurre la supresión de ráfagas. Por ejemplo, también es visto en los cerebros de víctimas de ataques cardíacos que son enfriados para prevenir daño cerebral debido a la privación de oxígeno, y en los cerebros de pacientes deliberadamente colocados en comas médicos para tratar una lesión cerebral traumática o ataques intratables.

Durante la supresión de ráfagas, el cerebro está callado por varios segundos a la vez, interrumpido por pequeñas ráfagas de actividad. Emery Brown, un profesor del MIT de ciencias cognitivas y cerebrales, ciencias y tecnologías de la salud, y un anestesista en el Hospital General de Massachusetts, se propuso estudiar la supresión de ráfagas en el cerebro anestesiado y otros estados cerebrales en la esperanza de descubrir un mecanismo fundamental por el que el patrón se da. Dicho conocimiento podría ayudar a científicos a encontrar que tanta supresión de ráfagas es necesaria para la protección cerebral óptima durante hipotermia inducida, cuando este estado es deliberadamente creado.

“Podrías ser capaz de desarrollar una manera mucho más basada en principios para guiar la terapia para usar la supresión de ráfagas en casos de coma médicos”, dijo Brown, autor principal de la revista académica de PNAS. “La pregunta es, ¿cómo sabes que pacientes tienen su cerebro lo suficientemente protegido? ¿Deberían de tener una ráfaga cada segundo? ¿O quizá una cada cinco segundos?”.

Modelando la actividad eléctrica

ShiNung Ching, un postdoctorado en el laboratorio de Brown y actor de la revista académica PNAS, desarrolló un modelo para describir como se da la supresión de ráfagas, basado en el comportamiento de neuronas en el cerebro. El disparo de neuronas está controlado por la actividad en los canales que permiten fluir iones como potasio y sodio dentro y fuera de la célula, alterando su voltaje.
Por cada neurona, “pudimos modelar matemáticamente el flujo de iones dentro y fuera del cuerpo celular, a través de la membrana”, dijo Ching. En este estudio, el equipo combinó muchas neuronas para crear un modelo de una larga red cerebral. Al mostrar como el enfriamiento y ciertas drogas anestésicas reducen el uso del cerebro de ATP (Adenosine triphosphate – la unidad o “moneda” usada para transferencia de energía entre células), los investigadores pudieron generar patrones de supresión de ráfagas consistentes con los que son actualmente vistos en pacientes humanos.

Ésta es la primera vez que las reducciones en actividad metabólica al nivel neuronal han sido vinculadas a la supresión de ráfagas, y sugiere que el cerebro probablemente usa supresión de ráfagas para conservar energía vital durante los tiempos de trauma.

“Lo que es realmente emocionante sobre esto es la idea de que la regulación metabólica de tiendas de energía celular juegan un papel en las dinámicas observadas del electroencefalograma”, dijo Nicholas Schiff, un profesor de neurología y neurociencia en el Colegio Médico Weill Cornell, quien no estuvo involucrado en esta investigación.

El cerebro en desarrollo

Supresión de ráfagas también es vista en bebés nacidos prematuramente. Conforme estos bebés crecen, sus patrones cerebrales se mueven hacia el patrón continuo normal. Brown especula que en infantes prematuros, el cerebro prodría estarse protegiendo al conservar energía.

“Cuando miras como se desarrollan estos niños, podemos fácilmente comenzar a sugerir maneras de monitorear su mejora cuantitativamente. Entonces los mismos algoritmos que usamos para monitorear la supresión de ráfagas en el cuarto de operaciones podrían ser usadas para monitorear la desaparición de la supresión de ráfagas en estos niños”, dijo Brown.

Dicho rastreo podría ayudar a doctores a determinar si infantes prematuros se están moviendo hacia un desarrollo normal o si tienen un desorden cerebral subyacente que podría no ser diagnosticado, dijo Ching.

En estudios futuros, los investigadores planean estudiar infantes prematuros así como pacientes cuyos cerebros son enfriados y aquellos con comas inducidos. Dichos estudios podrían revelar que tanta supresión de ráfagas es suficiente para proteger el cerebro en esas situaciones vulnerables.

Reimpreso con permiso de MIT News.

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Investigadores revelan por que el litio funciona tan bien en baterías recargables

Litio-ferro-fosfato
Litio-ferro-fosfato

Desde su descubrimiento hace 15 años, el litio-ferro-fosfato (LiFePO4 – lithium iron phosphate) se ha convertido en uno de los materiales más prometedores para baterías recargables debido a su estabilidad, su durabilidad, su seguridad y su habilidad para entregar mucha energía a la vez. Ha sido el enfoque de grandes proyectos de investigación alrededor del mundo, y una de las tecnologías lider usadas en todo, desde herramientas inalámbricas a vehículos eléctricos. Pero a pesar de este amplio interés, la razón de las inusuales características de carga y desgarga del litio-ferro-fosfato no habían sido aclaradas.

Por David L. Chandler, MIT News Office. Original (en inglés).

Dentro de una partícula de litio-ferro-fosfato, el material se separa en bandas que son ya sea ricas en litio o pobres en litio. Pero cuando se cargan con un nivel de corriente lo suficientemente alto, esta separación nunca ocurre, encontró un equipo del MIT.

Ahora, una investigación por el profesor asociado de ingeniería química y de matemáticas del MIT (Massachusetts Institute of Technology – Instituto Tecnológico de Massachusetts) Martin Z. Bazant ha provisto nuevos resultados sorprendentes mostrando que el material se comporta muy diferente de lo que se pensaba, ayudando a explicar su rendimiento y posiblemente abriendo la puerta al descubrimiento de materiales de baterías aún más efectivos.

El nuevo conocimiento del comportamiento del litio-ferro-fosfato es detallado en una revista académica que aparecerá esta semana en el diario ASC Nano, escrito por Bazant y el postdoctorado Daniel Cogswell. La revista académica es una extensión de la investigación que reportaron a finales del año pasado en el diario Nano Letters.

Cuando fue descubierto por primera vez, el litio-ferro-fosfato fue considerado útil solo para aplicaciones de poca energía. Desarrollos posteriores mostraron que su capacidad de almacenar energía podría ser dramáticamente aumentado usándolo en forma de nanoparticulas, un acercamiento que lo convirtió en uno de los mejores materiales conocidos para aplicaciones que requieren de mucha energía.

Pero las razones de porqué las nanopartículas de LiFePO4 funcionaban tan bien eran elusivas. Se creía que mientras era cargado o descargado, el material se separaba en diferentes fases con concentraciones muy diferentes de litio; esta separación de fases, se creía, limitaba la capacidad de energía del material. Pero esta nueva investigación mostró qué, bajo muchas condiciones en el mundo real, esta separación nunca ocurre.


Dentro de una partícula de litio-ferro-fosfato, el material se separa en bandas que son ya sea ricas en litio o pobres en litio. Pero cuando se cargan con un nivel de corriente lo suficientemente alto, esta separación nunca ocurre, encontró un equipo del MIT. Ver más videos

La teoría de Bazant predice que por encima de cierta corriente crítica, la reacción es tan rápida que la batería pierde su tendencia para separarse en fases como ocurre con bajos niveles de energía. Justo por debajo de la corriente crítica, el material pasa a través de un estado de “solución casi sólida”, donde “no tiene tiempo de completar la separación de fases”, dijo. Estas características ayudan a explicar por que este material es tan bueno para baterías recargables, dijo.

Este descubrimiento resultó de una combinación de análisis teórico, modelado de computadoras y experimentos de laboratorio, explico Bazant – un acercamiento multi-disciplinario que refleja su posición en los departamentos de ingeniería química y matemáticas en el MIT.

Análisis previos de este material han examinado su comportamiento en un solo punto en el tiempo, ignorando la dinámica de su comportamiento. Pero Bazant y Cogswell estudiaron como el material cambia mientras está en uso, ya sea cuando la batería se está cargando o descargando – y sus propiedades cambiantes sobre el tiempo resultaron ser cruciales para el entendimiento de su rendimiento.

“Esto no había sido hecho antes”, dijo Bazant. Lo que encontraron, agrega, es un fenómeno completamente nuevo, y uno que podría ser importante para entender el rendimiento de muchos materiales de baterías – lo que significa que este trabajo podría ser significativo aún si el fosfato férrico de litio termina siendo abandonado en favor de otros materiales nuevos.

Investigadores han pensado que el litio se empapa gradualmente en partículas que entran del exterior, produciendo un encogimiento del núcleo de material pobre en litio en el centro. Lo que encontró el MIT fue muy diferente: A bajas corrientes, el sitios forma bandas paralelas rectas de material enriquecido dentro de cada partícula, y las bandas viajan a través de las partículas conforme se cargan. Pero a niveles altos de corriente eléctrica, no hay separación, ni en bandas ni en capas; en su lugar, cada partícula se empapa de litio a la vez, transformándose casi instantáneamente de pobre en litio a rica en litio.

El nuevo descubrimiento ayuda también a explicar la durabilidad del litio-ferro-fosfato. Donde hay bandas de diferentes fases presentes, las separaciones entre esas bandas son una fuente de estrés que puede causar agrietamiento y una degradación gradual en su rendimiento. Pero cuando todo el material se carga a la vez, no hay separaciones y hay menos degradación.

Eso es un encuentro inusual, dice Bazant: “Usualmente, si estás haciendo algo más rápido, haces más daño, pero en este caso es lo opuesto”. De forma similar, el y Cogswell predijeron que operando a una temperatura ligeramente más alta haría durar más tiempo al material, lo que es contrario al comportamiento típico de materiales.

Adicionalmente a ver cómo el material cambia sobre el tiempo, entendiendo como funciona involucró mirar el material a escalas que otros no habían examinado: Mientras que muchos análisis han sido realizados al nivel de átomos y moléculas, resultó ser que el fenómeno clave solo podía ser visto a la escala de las mismas nanopartículas, dijo Bazant – muchas miles de veces más grandes. “Es un efecto que depende del tamaño”, dijo.

El profesor de ciencia de materiales del MIT Gerbrand Ceder observó y escribió sobre el comportamiento del litio-ferro-fosfato a altos niveles de corriente el año pasado; ahora, el análisis teórico de Bazant podría llevar a un entendimiento más amplio no solo de este material, sino también de otros que podrían pasar por cambios similares.

Troy Farrel, un profesor asociado de matemáticas en la Universidad Tecnológica de Queensland en Australia, quien no estuvo involucrado en este trabajo, dijo que estos descubrimientos son de gran significado para aquellos que investigan las baterías de litio. Agregó que este nuevo entendimiento “le permite a los científicos de materiales desarrollar nuevas estructuras y compuestos que finalmente lleven a baterías con una mayor duración de vida y una mayor densidad de energía. Esto es requerido si la tecnología de las baterías será utilizada en aplicaciones que demanden mucha energía como vehículos eléctricos”.

Entendiendo por que el litio-ferro-fosfato trabaja tan bien fue “uno de los retos científicos más interesantes que he encontrado”, dijo Bazant. “Tomó cinco años averiguar esto”.

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Las regiones ricas en litio y pobres en litio tienden a formar bandas dentro de partículas de fosfato férrico de litio. Imagen: Laboratorio Bazant

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