Comparando manzanas y naranjas

Fruta

Un nuevo sensor puede medir con precisión la madurez de las frutas, ayudando a prevenir las pérdidas del producto por descomposición.

Anne Trafton, MIT News Office. Original (en inglés).

Cada año, los supermercados de los Estados Unidos casi pierden el 10 por ciento de sus frutas y vegetales por la descomposición, de acuerdo al Departamento de Agricultura. Para ayudar a combatir esas pérdidas, el profesor de química del MIT (Massachusetts Institute of Technology – Instituto Tecnológico de Massachusetts) Timothy Swager y sus estudiantes han construido un nuevo sensor que podría ayudar a los tenderos y a los distribuidores de comida a monitorear mejor su producto.

Los nuevos sensores, descritos en el diario Angewandte Chemie, pueden detectar pequeñas cantidades de etileno, un gas que promueve la madurez en las plantas. Swager visualiza los sensores baratos pegados a las cajas de cartón de productos y escaneados con un dispositivo manual que revelaría la madurez de los contenidos. De esa manera, los tenderos sabrían cuando poner ciertos artículos a la venta para moverlos antes de que se vuelvan demasiado maduros.

“Si podemos crear un equipo que ayude a las tiendas de comestibles a manejar las cosas con mayor precisión, y tal vez reducir sus pérdidas en un 30 por ciento, eso sería enorme”, dice Swager, el profesor de química de John D. MacArthur.

Detectando gases para monitorear el suministro de comida es una nueva área de interés para Swager, cuya investigación previa se ha enfocado en sensores para detectar explosivos o agentes de guerra química y biológica.

“La comida es algo para lo que es realmente importante crear sensores, y vamos tras de la comida en el sentido amplio”, dice Swager. También está detrás de monitores que puedan detectar cuando la comida se vuelve mohosa o desarrolla crecimiento de bacterias, pero como su primer objetivo, eligió el etileno, una hormona de las plantas que controla la madurez.

Las plantas secretan cantidades variantes de etileno a través de su proceso de maduración. Por ejemplo, los plátanos seguirán verdes hasta que liberen el suficiente etileno para comenzar el proceso de maduración. Una vez que la maduración comienza, más etileno es producido, y la maduración se acelera. Si ese plátano amarillo perfecto no es comido en la cima de su madurez, el etileno lo volverá café y aguado.

Los distribuidores de fruta tratan de alentar este proceso manteniendo los niveles de etileno muy bajos en sus bodegas. Dichas bodegas emplean monitores que usan cromatografía de gas o espectroscopia de masa, que separa los gases y analiza su composición. Estos sistemas cuestan alrededor de $1,200 dólares cada uno.

“Justo ahora, es la única vez que la gente monitorea el etileno en estas enormes instalaciones, porque el equipo es muy caro”, dice Swager.

Detectando la madurez

Fundado por la Oficina de Investigación del ejército de los Estados Unidos a través del Instituto para Nanotecnologías del Soldado del MIT, el equipo del MIT construyó un sensor que consiste de un arreglo de decenas de miles de nanotubos de carbono: hojas de átomos de carbono enrolladas en cilindros que actúan como “supercarreteras” para el flujo eléctrico.

Para modificar los tubos para detectar gas etileno, los investigadores agregaron átomos de cobre, que sirven como “topes” (Nota del traductor: Con esto me refiero a los resaltes) para alentar los electrones fluyendo. “Cada vez que pones algo en estos nanotubos, estás haciendo topes, porque estás tomando este sistema perfecto y prístino y le estás poniendo algo”, dice Swager.

Los átomos de cobre ralentizan los electrones un poco, pero cuando el etileno está presente, se une a los átomos de cobre y alenta los electrones aún más. Midiendo qué tanto se alentan los electrones – una propiedad también conocida como resistencia – los investigadores pueden determinar qué tanto etileno está presente.

Para hacer el dispositivo aún más sensible, los investigadores añadieron pequeñas cuentas de poliestireno, que absorben etileno y lo concentran cerca de los nanotubos de carbono. Con su última versión, los investigadores pueden detectar concentraciones de etileno tan bajas como 0.5 partes por millón. La concentración requerida para la maduración de la fruta usualmente es entre 0.1 y una parte por millón.

Los investigadores probaron sus sensores en varios tipos de fruta – plátanos, aguacates (palta), manzanas, peras y naranjas – y fueron capaces de medir precisamente su madurez al detectar qué tanto etileno secretaban las frutas.

El autor líder del artículo describiendo los sensores es Birgit Esser, un posdoctorado en el laboratorio de Swager. El estudiante graduado Jan Schorr también es un autor del artículo.

John Saffell, el director técnico en Alphasense, una compañía que desarrolla sensores, describe el acercamiento del equipo del MIT como rigoroso y enfocado. “Este sensor, si es diseñado e implementado correctamente, podría reducir significativamente el nivel de descomposición de la fruta durante el envío”, dice.

“En cualquier momento dado, hay miles de contenedores de carga en los mares, transportando fruta y esperando que llegue a su destino con el grado correcto de madurez”, añade Saffell, quien no estuvo involucrado en esta investigación. “Sistemas analíticos caros pueden monitorear la generación de etileno, pero en el negocio tan dependiente de los costos que es el envío, no son económicamente viables para la mayoría de la fruta enviada”.

Swager ha aplicado por una patente de la tecnología y espera comenzar una compañía para comercializar los sensores. En trabajos futuros, planea agregar un chip de identificación por radio-frecuencia (RFID – radio-frequency identification) al sensor para poder comunicarse inalámbricamente con un dispositivo manual que mostraría los niveles de etileno. El sistema podría ser extremadamente barato – alrededor de 25 centavos por el sensor de nanotubo de carbono más otros 75 centavos por el chip RFID, estima Swager.

“Esto podría hacerse con electrónicos realmente baratos, con casi nada de energía”, dice.

Reimpreso con permiso de MIT News.

Fuente
http://web.mit.edu/ (en inglés)

Ingenieros construyeron medusa robótica alimentada por hidrógeno

Medusa

Los Ingenieros de Virginia Tech dicen que, debido a que su medusa robótica es alimentada por una reacción catalítica basada en hidrógeno en lugar de ser por electricidad, teóricamente podría tener energía indefinidamente.

Cuando se toma en consideración que nuestra mejor opción para alimentar vehículos submarinos actualmente son las baterías, los reactores nucleares o enlaces con la superficie, un sistema de propulsión químico es innovador.

El Robojelly (por Jellyfish, el nombre en inglés de la Medusa), es una maravilla de ingeniería de materiales. Fue construido de hojas de nanotubos de carbón de múltiples capas recubiertas de un catalizador de nano-platino. Éstas son vueltas alrededor de una aleación que conserva la memoria de la forma hecha de niquel-titanio.

Cuanto la capa catalizadora de platino hace contacto con la mezcla de los gases de hidrógeno y oxígeno, se libera calor, que causa que la aleación de memoria cambie de forma, dándole energía al movimiento de la medusa. En términos simples.

Más información
http://motherboard.vice.com/ (en inglés)
El estudio (iopscience.iop.org) (en inglés, disponible gratis por 30 días, requiere registro)

Obayashi construirá ascensor espacial para el 2050

Ascensor espacial. Imagen: Bryan Derksen. CC BY-SA
Ascensor espacial. Imagen: Bryan Derksen. CC BY-SA

Obayashi Corp., una compañía constructora japonesa conocida por la torre más alta del mundo (Tokyo Sky Tree) y recientemente el comienzo del Domo de Taipei, ha anunciado planes para construir un ascensor espacial para el año 2050.

Un ascensor espacial es una estructura propuesta para transportar materiales desde la superficie terrestre hasta la órbita sin la utilización de cohetes, ya que los cohetes son altamente ineficientes y caros. El diseño está basado en un largo cable anclado en la superficie terrestre en el ecuador o lo más cercano a éste, extendido hasta una estación espacial en órbita geosíncrona a 36,000 kilómetros de altura, y a partir de la estación el cable se extendería más aún hasta llegar a un contrapeso a 96,000 kilómetros de altura, que es un cuarto de la distancia entre la tierra y la luna, de tal manera que la fuerza centrífuga por la rotación de la tierra compensaría la fuerza de gravedad y quedaría este cable colgando hacia el espacio. Sobre el cable un ascensor estaría recorriéndolo, llevando al espacio y trayendo desde él material y personal.

Obayashy Corp. utilizaría nanotubos de carbón para la construcción del ascensor, estos son 20 veces más resistentes que los cables de acero. Tomaría una semana de viaje a 200 km/h para ascender hasta la estación terminal. En la estación terminal se planea que haya laboratorios y espacio para vivir. La compañía espera que para entonces ya exista la capacidad de fabricar los suficientes nanotubos de carbón para hacer realidad este proyecto.

Más información
http://www.yomiuri.co.jp/ (en inglés)

El material “sólido” más ligero del mundo

Material sólido más ligero

Una investigación realizada por la Universidad de California Irvine, el Caltech y HRL Laboratories, dio como resultado la obtención de un material basado en tubos de níquel-fósforo con paredes de 100 nanómetros, dispuestos en una micro-red, siguiendo un patrón en el que los tubos se cruzan en diagonal quedando un pequeño espacio entre ellos.

El nuevo material, llamado micro-lattice (micro-retículo en español) tiene una densidad de 0.9 mg/cm3, comparado con 1.0 mg/cm3 del aero-gel de sílice (catalogado como el material más ligero). Lo ligero de este nuevo material se debe básicamente a que el 99.99% de su estructura es aire, debido a los huecos que se forman en los cruces de la malla de tubos y solo el 0.01% es sólido.

Aún no hay un proyecto para su desarrollo comercial. Pero por sus propiedades de absorción de energía y elasticidad podría usarse como aislante térmico y acústico, así como para electrodos de batería y para absorber la energía provocada por impactos.

Fuentes:
www.bbc.co.uk (en inglés)
features.caltech.edu (en inglés)
www.sciencemag.org (el estudio, en inglés)

NASA crea material con capacidad para absorber hasta el 99% de la luz

Material absorbe luz
© NASA

La NASA presentó durante la Conferencia de Óptica y Fónica de SPIE, un nuevo material que es capaz de absorber la luz, más que cualquier otro existente.

Este material tiene solo 0.03 pulgadas de espesor y puede absorber el 99% de la luz ultravioleta, la luz visible e infrarrojos. El material tiene un recubrimiento de nanotubos de carbono de pared múltiple , que son cerca de 10,000 veces más pequeños que el grosor de un cabello humano.

La ventaja sobre otros materiales, es que el nuestro es de 10 a 100 veces más absorbente, dependiendo de la banda de longitudes de ondas específicas.

Nos quedamos un poco sorprendidos por los resultados. Sabíamos que era absorbente, simplemente creíamos que no sería absorbente desde el ultravioleta hasta el infrarrojo lejano.

Este material tendrá aplicaciones en las investigaciones espaciales y en el estudio de los océanos. Su aplicación en detectores, permitirá que los científicos obtengan resultados que en la actualidad son más difíciles de lograr, como serían las áreas o incluso planetas que se sitúan en posiciones similares a las estrellas y otros tipos de elementos que emiten mucha luz.

Fuente:
http://alt1040.com/