Las demandas masivas de BitTorrent que se están registrando en los Estados Unidos tienen un montón de problemas. Después de que un juez de Florida dictaminó que una dirección IP no es una persona, un colega Californiano ha ido más lejos protegiendo con la primera enmienda la libertad de expresión de los usuarios de BitTorrent. El juez en cuestión señala que las herramientas de Geolocalización están lejos de ser precisas y que por lo tanto es incierto que su tribunal tiene jurisdicción sobre los casos que involucran a presuntos piratas de BitTorrent. Como resultado, 15 de estas demandas masivas de BitTorrent fueron desestimadas.
En los últimos años más de un cuarto de millón de personas han sido acusadas de compartir obras protegidas en los Estados Unidos.
Los titulares de derechos generalmente demandan a docenas, cientos o incluso a veces miles de personas a la vez, con la esperanza de extraer una compensación económica de los supuestos descargadores. La evidencia que presentan a la corte generalmente es una dirección IP, una fecha y hora marcando cuando la supuesta infracción tuvo lugar.
A principios de 2010, cuando estas demandas en masa comenzaron, los titulares de derechos de autor apuntaron a direcciones IP de todos a través de demandas individuales en los Estados Unidos. Esto llevó a algunos jueces a desestimar los casos debido a que sus tribunales no tienen jurisdicción sobre las personas que viven en otros lugares.
Como resultado, los titulares de derechos de autor cambiaron a una nueva táctica. Antes de presentar una demanda pasaron su base de datos de direcciones IP infractoras a través de los llamados servicios de “Geolocalización”, por lo que podían argumentar que los acusados es más probable que residen en el distrito donde estaban siendo demandados.
Esto funcionó bien durante un tiempo, pero un nuevo fallo del juez de distrito de California Dean Pregerson puso fin a estos nuevos enfoques, desestimando 15 demandas en el proceso.
De acuerdo a Pregerson, los presuntos piratas de BitTorrent están protegidos por la primera enmienda como son “la participación en el ejercicio de la expresión, aunque en una medida limitada”, por lo tanto, la petición del titular de los derechos de autor para identificar a usuarios anónimos de Internet tiene que cumplir ciertos criterios.
Uno de los requisitos es que sea absolutamente claro que los acusados sean residentes de la región donde el tribunal tiene jurisdicción, pero de acuerdo con el juez Pregerson no es suficiente utilizar los resultados de una herramienta de “geolocalización” para probarlo.
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Ernesto en http://torrentfreak.com/ (en inglés)