Se descubre la ruta metabólica por la que se transmite el Alzheimer

Taupatía
Tauopatía

Dos nuevos estudios mostraron que la enfermedad de Alzheimer parece propagarse de célula cerebral en célula cerebral de la misma manera que lo hace una infección. Pero no son virus o bacterias, lo que se propaga es una proteína distorsionada llamada tau. Este sorprendente descubrimiento tiene implicaciones inmediatas para el desarrollo de tratamientos. Los investigadores sospechan que también otras enfermedades degenerativas del cerebro como la enfermedad de Parkinson pueden propagarse de forma similar. Lo que estos estudios indican es que la enfermedad de Alzheimer podría detenerse abruptamente previniendo la transmisión de célula a célula, quizá con un anticuerpo que bloquee la proteína tau.

Los investigadores sabían que algo iniciaba la enfermedad de Alzheimer. El candidato más probable es una proteína conocida como beta-amiloide, la cual se acumula en el cerebro de los pacientes de Alzheimer, formando placas duras. Pero la proteína beta-amiloide es muy diferente de la proteína tau, es secretada en grupos fuera de las células y los investigadores nunca han encontrado evidencia de que la amiloide se propague de célula en célula en una red. Pero, la amiloide crea lo que podría considerarse como un mal vecindario, entonces viene la proteína tau y mata las células.

Los estudios en humanos no podían determinar si esta hipótesis era correcta. Los estudios involucraban autopsias y obtención de imágenes del cerebro que eran indirectas e inconclusas. Para averiguar si la proteína tau anormal era la responsable por la propagación de la enfermedad de Alzheimer, se crearon ratones modificados genéticamente capaces de generar proteínas tau humanas anormales.

Estos ratones producían la proteína tau humana en un área del cerebro conocida como corteza entorrinal, una delgada capa de tejido detrás de las orejas. Si al pasar el tiempo la enfermedad de Alzheimer solo se localizaba en esta parte del cerebro capaz de producir la proteína tau humana anormal, esto habría descartado la propagación de las proteínas y por ende de la enfermedad por la red neuronal de la enfermedad.

Pero la enfermedad de Alzheimer, que comenzó en la corteza entorrinal como era esperado, se esparció hacia el medio del cerebro, donde las células comenzaron a morir por la enfermedad de Alzheimer. Como era de esperarse, las proteínas tau fueron encontradas ahí. Y también como era de esperarse, las células de la corteza entorrinal en los ratones comenzaron a morir, llenas de proteínas tau enredadas.

Durante los dos años siguientes, la muerte celular y la destrucción se expandió hacia afuera a otras células por el mismo medio. Ya que esas células del cerebro no podían producir tau humano anormal, la única manera en que estas células podrían obtener la proteína era al transmitirse de célula nerviosa en célula nerviosa hasta llegar a las otras áreas. Aunque este estudio fue en ratones, los investigadores esperan que el mismo fenómeno ocurra en humanos por que el ratón tenía el gen tau humano y la onda progresiva de muerte celular coincide con lo visto en la gente con la enfermedad de Alzheimer.

Ya que la proteína tau se propaga de neurona a neurona, podría ser necesario bloquear la producción de beta-amiloide, que parece iniciar la enfermedad, y la propagación de tau, que la continúa, para parar la enfermedad de Alzheimer. Los investigadores se preguntan ahora si otras enfermedades degenerativas se propagan a través del cerebro por que las proteínas pasan de célula nerviosa a célula nerviosa. Se ha visto evidencia de que esto podría pasar con la enfermedad de Parkinson.

Detalles técnicos

Las tauopatías son una clase de enfermedades neurodegenerativas asociadas con la agregación patológica de la proteína tau en el cerebro humano. La enfermedad más conocida de este mal es la enfermedad de Alzheimer (EA). En pacientes con EA, la enfermedad comienza en la corteza entorrinal (EC por sus siglas en inglés de entorhinal cortex) y se propaga anatómicamente en un patrón definido. Para probar si la patología que comienza en la EC se propaga a través del cerebro siguiendo circuitos conectados sinápticamente, los investigadores crearon ratones transgénicos con proteínas tau humanas en la corteza entorrinal y examinaron la distribución de la patología de tau en diferentes momentos.

En ratones relativamente jóvenes (de 10 a 11 meses de edad, la edad prometio de un ratón es de 4 años), el tau humano estaba presente en algunos cuerpos celulares, pero principalmente fue observado en axones (las largas y delgadas prolongaciones de las neuronas) dentro de las capas superficiales de la corteza entorrinal mediana y lateral, y en las zonas terminales de la ruta biológica perforante.

Pero en ratones viejos (con más de 22 meses de edad), intensa inmunoreactividad de tau humano era detectable no solo en las capas superficiales de la corteza entorrinal, sino también en el subículo, en un número sustancial de neuronas en el hipocampo piramidal, y en las células granulares de circunvolución dentada. Neuronas inmunoreactivas dispersas también fueron vistas en las capas más profundas de la corteza entorrinal y en perirrinal y en la corteza somatosensorial secundaria.

Relocalización de axones tau a compartimientos somato-dendríticos y la propagación de tauopatía a regiones fuera de la corteza entorrinal demostró que la propagación de la patología desde la corteza entorrinal se lleva a cabo por un mecanismo trans-sináptico de dispersión por medio de redes conectadas anatómicamente, entre neuronas vulnerables.

Imagen
Tauopatía – National Institute on Aging (Instituto Nacional en Envejecimiento) – Dominio público.

Más información
http://www.nytimes.com/ (en inglés)
Uno de los estudios (en inglés)
Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer (en inglés, llevaron a cabo el otro estudio pero no ha sido publicado)

Patrones de conexiones revelan funciones cerebrales

Reconocimiento de caras en la circunvolución fusiforme
Imagen: Christine Daniloff

Por más de una década, neurocientíficos han sabido que muchas de las células en una región del cerebro llamada la circunvolución fusiforme se especializan en reconocer caras. Sin embargo, esas células no actúan solas: Necesitan comunicarse con otras partes del cerebro. Rastreando esas conexiones, neurocientíficos del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) han demostrado como pueden predecir precisamente que partes de la circunvolución fusiforme seleccionan las caras.

El estudio, que apareció en la publicación “Nature Neuroscience” (Neurociencia natural) del 25 de Diciembre, es el primero en vincular la conectividad de una región del cerebro con su función. No hay dos personas que tengan la misma estructura de la circunvolución fusiforme exacta, pero utilizando patrones de conectividad, los investigadores pueden ahora determinar precisamente que partes de la circunvolución fusiforme de un individuo están involucradas en el reconocimiento de caras.

Utilizando esta aproximación, los científicos podrían aprender más sobre las deficiencias en el reconocimiento de caras que comúnmente se ven en el autismo y en la prosopagnosia, un trastorno causado por un infarto. Este método también podría utilizarse para determinar las relaciones entre estructura y función en otras partes del cerebro.

Para determinar el mapa de los patrones de conectividad del cerebro, los investigadores usaron una técnica llamada difusión por peso (diffusion-weighted imaging), la cual está basada en la resonancia magnética. Un campo magnético aplicado al cerebro de la persona provoca que el agua en el cerebro fluya en la misma dirección. Sin embargo, donde se encuentren axones – las largas extensiones celulares que conectan una neurona a otras regiones del cerebro – el agua es forzada a fluir junto con el axón, en lugar de cruzarlo. Esto es por que los axones están recubiertos con un material graso llamado mielina, el cual es impermeable al agua.

Al aplicar el campo magnético en muchas direcciones diferentes y observar en que dirección fluye el agua, los investigadores pueden identificar las posiciones de los axones y determinar que regiones del cerebro están conectando.

Los investigadores encontraron que ciertas áreas de la circunvolución fusiforme estaban fuertemente conectadas a regiones del cerebro que también se sabe que están involucradas en el reconocimiento de caras, incluyendo las cortezas temporales superior e inferior. Esas áreas de la circunvolución fusiforme también estuvieron muy activas cuando los sujetos realizaban tareas de reconocimiento de caras.

Circunvolución fusiforme
Circunvolución fusiforme.

Basados en los resultados de un grupo de sujetos, los investigadores crearon un modelo que predice funcionalidad en la circunvolución fusiforme basado solamente en los patrones de conectividad observados. En un segundo grupo de sujetos, encontraron que el modelo predijo exitosamente que áreas de la circunvolución fusiforme responderían a las caras.

Los investigadores del MIT están ahora expandiendo sus estudios de conectividad a otras regiones del cerebro y a otras funciones visuales, como el reconocimiento de objetos y escenas, así como caras. Se espera que estos estudios también ayuden a revelar algunos de los mecanismos de como se procesa la información en cada punto conforme fluye a través del cerebro.

Fuente:
web.mit.edu (en inglés)