Marietje Schaake
Imagen: Apus apus

Como miembro del Parlamento Europeo, acojo con gran satisfacción la creciente atención que el Acuerdo Comercial Anti-Falsificación (ACTA) ha recibido en las últimas semanas. Se ha tomado un tiempo para que surjan protestas masivas. Pero estamos viendo las voces de protesta cada vez más fuertes.

El Internet es una gran herramienta para alertar a los políticos de todos los peligros de este tratado, al igual que Internet es una herramienta para movilizar a la gente en contra de los proyectos de ley SOPA y PIPA en los Estados Unidos. Para que cualquier cabildo sea eficaz, sin embargo, éste debe ser hecho con bases. La crítica mal informada ayuda a aquellos que apoyan ACTA.

Los peligros y las amenazas del tratado ACTA son compartidos por los defensores de la libertad de expresión y el acceso a los grupos de medicina por igual. ACTA está tratando de lidiar con una serie de asuntos ampliamente diferentes, y por lo tanto no hace un buen trabajo en ninguno de ellos. Además, hay serias preocupaciones acerca del daño colateral que ACTA podría causar.

Lamentablemente, las preocupaciones de las empresas, las Organizaciones no Gubernamentales (NGO) y los políticos no han logrado un mejor resultado. Esto es en parte debido a la forma en que la poca transparencia de ACTA se ha establecido y negociado. Como un representante elegido democráticamente, Creo que no es el papel del gobierno el proteger modelos de negocio obsoletos, y creo que es nuestro trabajo garantizar la supervisión democrática.

Además de enfocarse en los detalles de lo que ACTA hará o no hará, dar un paso atrás y mirar el panorama más amplio es también importante. Como alguien que aboga por la reforma de los derechos de autor, en particular la armonización de las leyes de los derechos de autor en Europa, no creo que una aplicación más estricta de los sistemas obsoletos sea útil o relevante. La ejecución no es ni siquiera posible en muchos casos, y no sin violar los derechos fundamentales de las personas.

Sin embargo, hay un gran impulso a la aplicación de las obsoletas estructuras jurídicas de los derechos de autor por la industria del entretenimiento. ACTA apresará a cualquier país signatario en un sistema de aplicación de los derechos de autor, dejando el proceso democrático en desventaja para promulgar una reforma necesaria de nuestras leyes para adaptarse a la era digital.

El rápido desarrollo de la sociedad en la información y todas las innovaciones que hemos visto en los últimos 15 años o más, han cambiado la forma en que vivimos. Las personas pueden hacer valer sus derechos fundamentales de acceso a la información, y la libertad de expresión con la ayuda de Internet. Violaciones de derechos humanos están documentados y compartidos por todo el mundo, y la forma en que accesamos y compartimos información y cultura, como noticias, música y películas ha cambiado para siempre. La mayoría de las normas de los derechos de autor fueron desarrolladas por la imprenta y codificadas internacionalmente antes de que la radio fuera inventada.

Algunas de las leyes de la Unión Europea más importantes que regulan Internet se establecieron antes que los medios sociales y peer-to-peer para compartir despegaron. La Directiva sobre comercio electrónico de 2000 y la Directiva de Derechos de Autor de 2001 se promulgó sin la previsión de los nuevos servicios que fueron desarrollados en los últimos 10 años. Una y otra vez, se ha probado que las directivas y sus implementaciones nacionales no se ajustan a la era digital que siguió directamente después. La fragmentación de los derechos de autor europeos coloca a la Unión Europea, que es ampliamente conocida por su riqueza en cultura, en una desventaja competitiva en comparación con los Estados Unidos.

Derechos de autor y comercio electrónico necesitan adaptarse a las necesidades de la sociedad de la información avanzada que ahora vivimos. Para habilitar un floreciente mercado único digital en Europa, necesitamos analizar la jurisprudencia de los últimos 12 años con respecto a Internet, escuchar a los creadores, innovadores y consumidores. Si queremos servir bien a consumidores, artistas y empresas, necesitamos encontrar un nuevo equilibrio en los derechos de autor. Cada aspecto de los derechos de autor debe ser discutida: los derechos exclusivos, limitaciones y excepciones, administración colectiva de aplicación, etc. Sólo entonces debemos discutir la forma de hacer cumplir el nuevo equilibrio encontrado en el ámbito internacional, como ocurre con ACTA.

ACTA no se debe pasar. Vamos a centrarnos en la reforma para permitir que las oportunidades de Internet florezcan, en lugar de permitir modelos de negocio obsoletos para limitar el mercado libre, y para tipificarlo como delito público. Además, los riesgos para la salud como resultado de la falsificación de medicamentos merecen una solución mejor que ACTA. Únase a mí expresando su preocupación con este tratado, para que podamos establecer normas flexibles de derechos de autor que se ajusten para el siglo 21.

Autora:
Marietje Schaake: Miembro del Parlamento Europeo (Grupo D66/ALDE). Además miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores (AFET – Foreign Affairs), así como la Comisión de Cultura, Medios de Comunicación y Educación (CULT). @MarietjeD66 (twitter)

Fuente
http://torrentfreak.com/ (en inglés)

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