El “vehículo” lo constituye una molécula que tiene 4 ramificaciones que actuarían como si fueran neumáticos, que girarían al aplicarles una corriente eléctrica. En el primer experimento realizado, este mini-coche eléctrico, se depositó sobre un plano compuesto por moléculas de cobre, 10 pulsos eléctricos permitieron un desplazamiento de 6 nanómetros.
Para que esta molécula funcionara, la alimentación eléctrica se realizó con un microscopio de efecto túnel, ya que posee una punta muy fina de metal y conforme se acerca a la superficie examinada, crea una corriente de polarización entre ambos extremos y permite el paso de los electrones de un lado a otro mediante el efecto túnel. Cuando los 4 puntos que actúan como las ruedas del vehículo, reciben esta corriente, se deforman al absorber los electrones y parece como si girasen, provocando el movimiento de la molécula.
El siguiente paso de este experimento debe estar centrado en la búsqueda de aplicaciones prácticas de este producto.
Fuente:
http://www.extremetech.com/ (en inglés)