La sonda espacial Voyager-1 que pesa 722 kilogramos, fue lanzada desde Cabo Cañaveral (Florida) el día 5 de septiembre de 1977 y se destinó para localizar y estudiar los límites de nuestro sistema solar. Después de casi 35 años de travesía, esta sonda sigue operando y está a punto de salir del sistema solar y su consiguiente entrada en el espacio interestelar, según información de la NASA.
Los datos recibidos de esta sonda, indican que los sensores de la estación automática registraron en los últimos 3 años y en forma paulatina un incremento del 25 % del nivel de rayos cósmicos galácticos, partículas cargadas de alta energía de origen interestelar.