Está confirmado que el gobierno de Estados Unidos obtuvo una orden para obligar a Twitter, Google y al proveedor de internet Sonic.net a entregar toda la información de las cuentas de correo electrónico de los asociados de WikiLeakks: Jacob Appelbaum, Birgitta Jonsdottir y Rop Gongrjip.
La orden girada por el juez Liam O’Grady se pone del lado del gobierno en el caso abierto por la investigación de la fuga de cables de WikiLeaks; y que es amparada en la Ley “Stored Communications Act”, según la cual, los fiscales pueden obtener ciertos datos electrónicos sin orden judicial o demostración de causa probable. Solo deben demostrar que la creencia es razonable para llevar a cabo los registros y, por supuesto, que estos son relevantes para la investigación en curso.
Pero lo que se busca no es el contenido de los mensajes en Twitter, sino la IP asociada de las tres cuentas, pues el Gobierno puede utilizar las direcciones IP para realizar un seguimiento virtual que concrete el equipo utilizado por el titular de la cuenta y la ubicación física en la que se encontraba.
Tras el fallo, Aden Fine, de la ACLU y representante de Birgitta Jonsdottir, comunicaba que:
“El gobierno no debería permitirse nunca la obtención de información sobre las comunicaciones por Internet de los individuos sin orden judicial y ciertamente no debería ser capaz de hacerlo en secreto“.
“Con esta decisión, el tribunal le está diciendo a todos los usuarios de herramientas online alojadas en los EE.UU. que el gobierno de EE.UU. tendrá acceso a sus datos en secreto. Que la gente de todo el mundo tome nota. … Estoy decepcionada con el fallo de hoy porque es un gran paso atrás para el legado de los Estados Unidos por la libertad de expresión y el derecho a la privacidad“, dijo Birgitta Jonsdottir, la única que ha hablado hasta el momento.
Fuente:
http://alt1040.com/