Investigadores de la Universidad de Tel Aviv, encabezados por Matti Mintz, lograron sustituir el cerebelo de una rata por un circuito electrónico, con capacidad de realizar las mismas funciones que el cerebelo orgánico vivo. Por el momento sólo es experimental, pero constituye un gran avance en esta área.
Hace algunos años parecía imposible, pero en un futuro próximo cuando esto se perfeccione, podrá ser de gran utilidad para aquellas personas que hayan perdido las funciones propias del cerebelo, que es el encargado de la coordinación y la sintonización de los movimientos del cuerpo.
El microchip que sustituyó el cerebelo de la rata recibe las señales eléctricas provenientes del cerebro, las analiza, interpreta su significado y entonces las envía a las regiones correspondientes.
Fuentes:
http://www.newscientist.com/