Los fetos machos de madres que son expuestas a la radiación durante los inicios del embarazo tienen una posibilidad aumentada de desarrollar cáncer de testículo, de acuerdo a un estudio en ratones en el Centro de Cáncer MD Anderson de la Universidad de Texas. El artículo fue recientemente publicado en PLoS ONE.
De acuerdo a la Sociedad Americana del Cáncer, más de 8,500 casos nuevos de cáncer de testículo son diagnosticados cada año en los Estados Unidos. Durante los últimos 50 años, la incidencia se ha triplicado en los hombres caucásicos jóvenes a través del mundo.
Este estudio comenzó como una examinación de alteradores endócrinos como una causa posible del cáncer de testículo. Los investigadores probaron introducir dos de estas sustancias, el estrógeno Dietilestilbestrol (DES) y el antiandrógeno flutamida. Estos agentes externos debieron causar un incremento en el cáncer de testículo de ratones modificados para ser más sensibles a cáncer por factores externos. Pero los resultados no mostraron ningún incremento. Sin embargo, los investigadores dieron dosis moderadas de radiación, un agente que daña el ADN, a ratones hembras en el medio de sus embarazos, y todos los machos desarrollaron cáncer de testículo, comparado al 45 por ciento de los ratones no expuestos a la radiación. Además, los tumores eran más agresivos y tenían más sitios de origen.
Este estudio sugiere que agentes que dañan el ADN, y no alteradores endócrinos, deberían ser examinados como un factor en la alta prevalescencia del cáncer de testículo.
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Micrografía de un seminoma. Imagen: Nephron. Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported
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