Algunas personas parecen gozar de mucha suerte en sus vidas: tienen éxito en su trabajo, en su economía, en sus relaciones; sin embargo no parecen esforzarse demasiado, ni poseen una inteligencia fuera de lo común. Y así como existen las personas con suerte, existen aquellas que no la tienen: fallan repetidas veces sin importar los talentos que poseen. La suerte es considerada por muchos una fuerza de la naturaleza, pero experimentos han demostrado que tenemos más influencia sobre nuestra buena suerte de la que nos damos cuenta. ¿Cómo funciona entonces la suerte y cómo podemos tener buena suerte?

Trébol

Richard Wiseman de la Universidad de Hertfordshire en Inglaterra condujo por 10 años un estudio para determinar cual es la naturaleza de la suerte, estudiando individuos considerados como “suertudos” e individuos considerados como “desafortunados”. Aunque determinó que en juegos de azar como la lotería el sentirte suertudo no hace una diferencia en los resultados, en otros aspectos de la vida Wiseman encontró marcadas diferencias entre cómo actuaban los individuos considerados como “suertudos”.

Un experimento era simplemente contar las fotografías en un diario. En la segunda página de este diario había un mensaje disfrazado como anuncio que decía “Para de contar, hay 43 fotografías”. Las personas que se consideraban suertudas tendieron a darse cuenta de este mensaje, mientras que las personas que se consideraban desafortunadas no lo notaban.

Una persona tiene suerte no por algún tipo de accidente que hace que las posibilidades varíen a su favor. Tiene la suerte por que ha desarrollado una cierta mentalidad y tiene ciertos comportamientos. Las personas con suerte ponen una mayor atención a sus alrededores, esto los hace, por ejemplo, notar mensajes escondidos en el diario. Así como pueden captar más fácilmente un mensaje oculto, están más abiertos y pendientes a ver las diversas oportunidades que les presenta la vida. Pero las oportunidades no lo son todo, otras características de las personas con suerte son una personalidad extrovertida, una falta de ansiedad, una mente abierta, y optimismo.

La esencia de la suerte es la oportunidad. Mientras más oportunidades se presentan (y se presentan las oportunidades todo el tiempo), y en particular mientras más receptivo sea uno a las oportunidades, más “suerte” tiene una persona. La gente con suerte se encontró que sonríe al menos el doble de la gente sin suerte, y mira más a los ojos de las personas, creando vínculos sociales más fuertes. La mente abierta permite que encuentre un mayor número de prospectos, y que actué sobre éstos sin tener tabúes o ansiedad social.

Estos son los cuatro principios básicos para tener buena fortuna según el profesor Wiseman:

  1. Maximiza las Oportunidades del Azar. La gente con suerte tiene la habilidad de crear, notar y actuar sobre las oportunidades que se presentan por azar. Lo hacen de diversas maneras que incluyen el crear redes sociales, adoptar una aptitud relajada ante la vida y estar abiertos a nuevas experiencias.
  2. Escucha tus Corazonadas. La gente suertuda toma decisiones efectivas escuchando su intuición y sus corazonadas. Adicionalmente, toman pasos para mejorar activamente sus habilidades intuitivas, como el meditar y el limpiar su mente de otros pensamientos.
  3. Espera la Buena Fortuna. Las personas con suerte están seguras de que el futuro estará lleno de buena fortuna. Estas expectaciones se vuelven profecías que se auto-cumplen ayudando a la gente con suerte a persistir de cara a las fallas, y le da forma a sus interacciones con otros de manera positiva.
  4. Convierte la Mala Suerte en Buena Suerte. Las personas suertudas emplean varias técnicas psicológicas para lidiar con (e incluso prosperar en) la mala fortuna que les llega. Por ejemplo imaginan cómo las cosas pudieron haber sido peores, no se quedan pensando en la mala fortuna, y toman control de la situación.

Sin lugar a dudas, el optimismo juega un papel muy importante en la suerte, ya que afecta la producción y la percepción de la suerte. Una persona con suerte está más satisfecha en todos los aspectos de su vida mientras que una persona desafortunada se sentirá decepcionada de su suerte aún cuando tenga buena fortuna, por que no pueden ver más allá de su propio pesimismo.

No podemos controlar la fortuna que nos llega, pero si podemos cambiar la mentalidad que tenemos ante la vida. Una persona desafortunada que cambia su suerte se vuelve más social; puede hacer un esfuerzo consciente por ser más optimista y sacar lo mejor de cada situación; y puede ser más abierta a nuevas ideas y experiencias. Si buscas la suerte, probablemente la encontrarás.

¿Tienes buena suerte o mala suerte? Déjanos tus comentarios.

Published by Juan Valencia

Trabajo como Autor y Editor en XCuriosidades, además de encargarme de la parte técnica. Soy un Desarrollador Web con muchos años trabajando en el ramo.

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