El movimiento rápido alrededor del mundo y sus distintas zonas horarias en aviones modernos,  perturba los ritmos circadianos naturales del cuerpo, causando una condición llamada “Jet Lag”. 

Puede tomar más de una semana para que el cuerpo se adapte a la zona horaria y los ciclos de día y noche en el la nueva destinación. Los patrones de sueño de la persona viajando están inestables; por lo tanto la persona experimenta una serie de síntomas, los cuales mencionaremos a continuación.

Síntomas

  • Desorientación, confusión o letargia.
  • Fatiga.
  • Falta de concentración.
  • Incapacidad de llevar acabo simples operaciones aritméticas.
  • Cansancio y sueño incontrolable a cualquier hora del día.
  • Indigestión, constipación o diarrea.
  • Falta de apetito.
  • Ansiedad o irritabilidad.
  • Nauseas.

 

Tratamiento

  1. Si es posible, intenta descansar las primeras 24 horas después del viaje.
  2. Si llegas durante la noche, lo mejor que puedes hacer, es irte a dormir inmediatamente.
  3. Durante el vuelo, mantente hidratado. Toma preferiblemente agua o jugos de frutas.  Evita tomar lacteos, ya que éstos pueden causar indigestión.
  4. No tomes alcohol, té o café, ya que éstos tienden a incrementar la experiencia de deshidratación.
  5. Evita fumar, ya que el cigarrillo disminuye la absorción de oxigeno.
  6. Duerme lo más que puedas.

 

Tip

  • Intenta reservar un vuelo, cuya hora de llegada sea en la noche. Para que así puedas dormir, incluso con la ayuda de un tranquilizante.

 

Fuente: Reader’s Digest, How To Do Just About Anything, Jet Lag, página 245. 

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