La quimioterapia es realmente un veneno para las células, se toma ventaja de el hecho de que los tumores tienen un metabolismo acelerado y de esta manera absorben el veneno más rápido que el resto del cuerpo y mueren antes de que nos mate a nosotros mismos. Aunque los doctores apuntan hacia los tumores cuando prescriben el uso de la quimioterapia, los compuestos golpean una gran variedad de lugares en el cuerpo, llevando a efectos secundarios como daño a la médula espinal y pérdida de cabello.
Para mejorar su precisión, investigadores han tratado de “empacar” estas drogas dentro de pequeños contenedores huecos que pueden ser dirigidos hacia los tumores dejando de lado los tejidos saludables. Pero el tamaño, forma y acomodo de estas “nanopartículas” puede afectar drásticamente donde y cuando son tomados. Ahora, los científicos han estudiando alrededor de 100 diferentes formas de nanopartículas y mostrado que cuando una droga de quimioterapia convencional es empacada dentro de la mejor de estas nanopartículas, es considerablemente más efectiva peleando contra el cáncer de próstata en animales comparado con la droga sola.
Imagen: J. Hrkach et al., Science Translational Medicine.
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http://news.sciencemag.org/ (en inglés)