Envejecimiento de los ojos podría ser clave en otros males de la edad

Catarata. Rakesh Ahuja, MD. CC BY-SA
Catarata. Rakesh Ahuja, MD. CC BY-SA
Imagen: Rakesh Ahuja, MD. CC BY-SA

Conforme envejecemos, una serie de condiciones comienzan a afectar nuestros cuerpos, entre ellas pérdida de memoria, menor velocidad de reacción, insomnio e incluso depresión. Un nuevo estudio muestra que la pérdida de sensibilidad a la luz causada por el envejecimiento de los ojos podría jugar un papel clave en estas condiciones.

El ritmo circadiano es conocido como el reloj interno humano y permite a nuestros cuerpos llevar una medición del tiempo. Esta medición del tiempo es usada para ajustar nuestro ritmo biológico: cuando comer, cuando descansar y repararse, entre otras cosas. Pero este reloj necesita de la luz solar para mantenerse funcionando adecuadamente.

Un nuevo estudio llevado a cabo por la doctora Patricia Turner y el doctor Martin Mainster, de la escuela de Medicina de la Universidad de Kansas, mostró que conforme los ojos envejecen, cada vez menos de esta luz solar pasa a través de los lentes cristalinos de los ojos para alcanzar células clave en la retina que son las que regulan el ritmo circadiano del cuerpo.

Los lentes cristalinos en nuestros ojos no solo permiten el paso de la luz sino que enfocan ésta en la retina. Pero con el envejecimiento estos lentes se opacan y el área de las pupilas se reduce, provocando una pérdida progresiva de la fotorecepción circadiana. Un niño de 10 años tiene una fotorecepción circadiana 10 veces mayor que la de un adulto de 95 años. Un adulto de 45 años solo retiene la mitad de la fotorecepción circadiana de un niño.

Los investigadores hacen notar que así como la reducción de la fotorecepción circadiana con la edad puede ocasionar diversas condiciones al alterar nuestros relojes biológicos, de la misma manera podemos sufrir este tipo de alteraciones por nuestros ritmos de vida sedentarios.

“En la sociedad moderna, la mayoría del tiempo vivimos en entornos controlados bajo luces artificiales, que son de 1,000 a 10,000 veces más tenues que la luz solar y la parte equivocada del espectro”, dijo la doctora Turner. “Creemos que el efecto es enorme y que apenas está comenzando a ser reconocido como un problema”.

Los investigadores recomiendan a la gente que debería hacer un esfuerzo para exponerse a la luz solar brillante o a luz interior brillante cuando no pueden salir al exterior y tener instalados tragaluces y luces fluorescentes extras en sus oficinas para ayudar a compensar el envejecimiento de los ojos.

Un mal relacionado con esto son las cataratas, las cuales también son dadas por el mismo oscurecimiento de los lentes cristalinos en el ojo.

La pseudofaquia (substitución del lente cristalino natural por uno sintético) mejora la fotorecepción de todas las edades, particularmente con lentes intraoculares que solamente bloquean la luz ultravioleta y transmiten longitudes de onda azules óptimas para la fotorecepción no visual. Este estudio hace notar la importancia de que el diseño óptimo de los lentes intraoculares debe considerar los requerimientos espectrales de la fotorecepción, tanto consciente como inconsciente.

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