Si alguna vez te hallas en una situación en la que una mujer embarazada parece comenzar a entrar en parto y no tienes forma de contactar la línea de emergencias o llevarla al hospital; es probable que tú tengas que atender ese parto y para ello, deberás estar un tanto preparado al respecto.
Antes que nada, no dejes de intentar contactar la línea de emergencias en ningún momento. Recuerda que en algunos países es ilegal atender a un parto ajeno si no se tiene la educación adecuada al respecto; excepto en emergencias genuinas. Además, es elemental que el recién nacido sea revisado pronto después del parto.
Éstos son los pasos que debes llevar a cabo para entregar un bebé en una emergencia de parto:
- Primero que todo mantente en calma. Es elemental que intentes mantener a la mujer embarazada en calma y asegurarle que la mayoría de los partos, son llevados a cabo sin ninguna dificultad.
- Detecta las señales: El parto comienza con dolores que se desarrollan en la parte baja de la espalda y se mueven al abdomen bajo mientras que las contracciones comienzan. El intervalo entre las contracciones es generalmente de 30 minutos al principio, hasta que gradualmente se vuelven más frecuentes y dolorosas.Al volverse estas más frecuentes, es posible que cierta cantidad fluidos comiencen a salir de la vagina de la mujer embarazada (popularmente conocido como “las aguas”). También es normal que haya cierta cantidad de sangre.
- Lava tus manos y restriega tus uñas apropiadamente; pero no las seques. Mantente lavándolas frecuentemente en el proceso. Dile a las personas que tengan infecciones que se mantengan lejos de la mujer embarazada.
- Encuentra los materiales más limpios que puedas conseguir. Éstos pueden ser sábanas, toallas, paños, algodon, etc. Trata de tener una buena cantidad de estos para cuando los usados se ensucien. Dobla una sábana en tres para cubrir la parte superior del cuerpo de la mujer durante el parto.
- Prepara el lugar donde pondrás al bebé (sin almohadas). Ya sea una cuna, una canasta o algo por el estilo. Intenta tener algo como una toalla, sábana o manta doblada para cubrirlo inmediatamente cuando nazca.
- Encuentra unas tijeras, (las más limpias que logres hallar) y lana. Corta tres pedazos de lana con una longitud de aproximadamente 25 cm. Esteriliza las tijeras y la lana, poniéndolos en agua hervida por 10 minutos. Luego, envuelvelos en un paño limpio. No toques las navajas de las tijeras.
- Busca, si es posible, una toalla sanitaria para la madre y un pañal para el bebé. En caso de no tenerlos, éstos se pueden improvisar con paños limpios. Estacionalos en el lugar donde has puesto lo demás, cerca de la cama o el lugar donde pondrás a la mujer.
- Cuando las contracciones se vuelvan aún más frecuentes, recuesta a la mujer embarazada cómodamente sobre su espalda o de lado, con sus rodillas semi-dobladas en el lugar que has preparado. Pon almohadas bajo sus hombros y motivala a aguantar su respiración con cada contracción. Ésto ayudará a que el dolor se reduzca un poco.
- Eventualmente, cuando las contracciones tengan un intervalo de 2-3 minutos, la necesidad de la madre de pujar será irresistible. Haz que ella abra sus piernas con sus rodillas dobladas y pon tus manos detrás de éstas. Ahora motívala a que puje.
- Cuando la cabeza comience a salir, soporta la cabeza del bebé a medida que aparece, delicadamente sosteniendola. Dile que siga pujando en este punto. Cuando sus hombros salgan, sopórtalos también.
- Cuando el cuerpo del bebé, salga, soportalo completamente, sin dejar de sostener la cabeza. En ningún momento, jales al bebé fuera del útero de su madre.
- Nota: Si los pies del bebé salen primero, sostenlos hasta que salgan los hombros y luego la cabeza.
- Una vez que el bebé haya nacido, asegúrate de limpiar su cara y quitar cualquier clase sangre o moco alrededor de su boca y nariz con un paño limpio.
- Si el bebé no está respirando, sostenlo con su cabeza más baja que su cuerpo, para que salga cualquier moco. Si aún así no funciona, sopla fuerte sobre su pecho. No golpees su espalda.
- Cuando el bebé comience a respirar normalmente y hayas terminado de limpiarlo, acomódalo en el lugar que habías preparado para él y corta su cordón umbilical como mostrado en la siguiente ilustración, poniendo un pedazo de lana donde sale la grapa:
- Pon un vendaje limpio sobre el ombligo y la parte restante de cordón. NO bañes al bebé. Cúbrelo tibiamente en una sábana, paño o toalla, asegurándote que su cabeza esté cubierta.
- Ahora dale el bebé a su madre. Ponlo en sus brazos o junto a ella, si de alguna forma ella está demasiado débil.
- Cubre la madre en mantas, mientras esperas a que la placenta sea expulsada. Pon una taza entre sus piernas para que ahí caíga. Ésto generalmente ocurre 5-15 minutos después del nacimiento del bebé.
- Guarda la placenta para que se la muestres a un experto lo más pronto posible. Si ésta no sale, debes seguir intentando buscar ayuda inmediata y urgente.
- Limpia a la madre y pon una toalla sanitaria en su lugar. Hazla sentir cómoda y en su lugar. Pon el bebé a que se alimente de su seno, si ella así lo desea.
- Dale algo de comer y tomar. O si ella está demasiado cansada, dile que descanse y pon al bebé en su cuna o lugar que preparaste para él.
- NO dejes de intentar conseguir ayuda inmediata. Es elemental e importante que ambos, madre e hijo, sean revisados por un profesional.