Gaviota
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CC BY-SA 2.0

Un equipo de investigadores encontró la posible razón de que los factores de resistencia de las bacterias a los antibióticos se estén propagando de manera tan rápida alrededor del mundo y con patrones impredecibles.

La culpa parece ser de las gaviotas. El doctor Patrice Nordmann, del Hopital de Bicetre cerca de París, dió a conocer los resultados de un pequeño estudio en que se buscaron bacterias resistentes en heces de gaviotas, donde se encontraron 83 cepas de bacterias intestinales.

Siete de las cepas de E. coli portaban genes que producían enzimas CTX-M, un factor de resistencia que recientemente se ha propagado por todo el mundo, que protege a las bacterias de una muy amplia categoría de medicamentos llamados beta-lactamas de amplio espectro (ESBL). Además, 14 de las cepas de E. coli también portaban el gen para la enzima CMY-2, la cual proporciona a la salmonella esa misma resistencia a los ESBL.

Debido a las grandes distancias que recorren las gaviotas, esto se ha convertido en un fenómeno a nivel mundial. Investigadores de distintos continentes han encontrado durante varios estudios bacterias resistentes en excrementos de aves, y la relación entre entornos costeros no se limita a E. coli, pues también han encontrado MRSA (estafilococos resistentes a múltiples medicamentos) en playas del noroeste del Pacífico y California.

Nordmann advirtió que la E. coli (incluyendo las cepas resistentes), está ampliamente distribuida gracias a su transporte en intestinos de humanos y animales. Un ave puede recogerla simplemente por beber agua contaminada, teniendo en cuenta además que las gaviotas son aves carroñeras que hurgan entre la basura.

En el año 2005, un equipo de investigación encontró bacterias resistentes a antibióticos en heces de gansos canadienses, que vivian en extensiones de agua en Carolina del Norte y Georgia. Pero el porte de bacterias en los gansos no era uniforme; las bacterias resistentes se encontraban sólo en gansos que vivían en aguas cercanas a grandes granjas de cerdos. Los patrones de resistencia en esas bacterias, coincidieron con los que habían sido encontrados por agencias de salud federales en cerdos a los que se les administra antibióticos rutinariamente en la agricultura de modelo industrial. Los investigadores concluyeron que los gansos pudieron servir para dispersar las bacterias entre lugares muy distantes.

Fuente:
http://www.wired.com/

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