Por miles de años se ha debatido y se han propuesto explicaciones sobre la Ilusión Lunar, un fenómeno que nos hace ver la Luna (además del Sol) más grande al estar cerca del horizonte. Pero, ¿Es esto un efecto óptico o es nuestra mente engañándonos?
Antes que nada, vale la pena aclarar que este fenómeno no es un efecto óptico. Se llegó a proponer que la atmósfera actuaba como un lente haciendo a la Luna verse más grande, pero en realidad cuando la Luna se encuentra cerca del horizonte es imperceptiblemente más pequeña, ya que a la distancia se le suma la de un radio terrestre. Así mismo la fotografía nos permite comprobar esto, ya que la luna siempre aparece del mismo tamaño en fotos, o se puede tomar una regla a la distancia de un brazo para ver el tamaño que tiene la Luna tanto en el horizonte como alta en el cielo.
Pero si no es un efecto óptico, entonces, ¿Por qué la estamos viendo de un tamaño diferente?
Una posible explicación es un fenómeno conocido como consistencia de tamaño. Este fenómeno ocurre todo el tiempo, ya que nos permite percibir el tamaño de los objetos independientemente de su cercanía con nosotros. Se da por la manera en que nuestros ojos se enfocan en objetos distantes y cercanos.
La Luna cerca del horizonte podría crear la ilusión de que la Luna está más cerca de nosotros que cuando está en el cielo. Aunque la Luna es del mismo tamaño, como se puede demostrar al fotografiarla, nuestras mentes la hacen parecer más grande para compensar por la distancia incrementada que nuestra mente percibe.
Aunque sabemos y creemos percibir el cielo como un hemisferio (media esfera), realmente no lo percibimos así, lo percibimos como un tazón invertido con un fondo plano. La gran mayoría de las personas perciben el horizonte como más lejano que el punto sobre sus cabezas. En un día nublado, las nubes sobre tu cabeza probablemente están a dos o tres kilómetros de altura, mientas que cuando están cerca del horizonte podrían estar hasta a 100 kilómetros de distancia.
De esta manera, cuando la Luna se encuentra en el horizonte, nuestro cerebro piensa que está mucho más lejos que cuando está sobre nosotros. Pero ya que visualmente la percibimos con el mismo tamaño con el que la vemos al estar por encima de nosotros, para compensar la diferencia de tamaños nuestro cerebro nos hace verla enorme. Esta es una ilusión realmente poderosa.