
Un equipo de voluntarios ha estudiado minuciosamente observaciones del Telescopio Espacial Spitzer de la NASA y descubrió más de 5,000 “burbujas” en el disco de nuestra galaxia Vía Láctea. Las estrellas jóvenes y calientes soplan estas burbujas en el gas circundante y el polvo, indicando las áreas de formación de estrellas nuevas.
Arriba de 35,000 “científicos ciudadanos” revisaron los datos infrarrojos de Spitzer como parte del Proyecto Vía Láctea para encontrar estas burbujas delatoras. Los voluntarios han presentado 10 veces tantas burbujas como las búsquedas anteriores hasta el momento.
“Estos hallazgos nos hacen sospechar que la Vía Láctea es una galaxia formadora de estrellas mucho más activa de lo que se pensaba”, dijo Eli Bressert, un estudiante de Doctorado en Astrofísica del Observatorio Europeo Austral, con sede en Alemania, y la Universidad de Exeter, Inglaterra, co-autor de un artículo enviado a la revista Montly Notices de la Royal Astronomical Society.
“El disco de la Vía Láctea es como Champaña con burbujas por todos lados”, dijo.
Los programas de computadoras tienen dificultades identificando las burbujas cósmicas. Pero ojos y mente humanos hacen un excelente trabajo al darse cuenta de los arcos tenues de anillos parcialmente rotos y los círculos-dentro de-círculos de burbujas sobrepuestas. El Proyecto de la Vía Láctea se nutre de la “sabiduría de las multitudes” requiriendo que al menos 5 usuarios marquen una burbuja potencial antes de su inclusión en el nuevo catálogo. Los voluntarios marcan las burbujas candidatas en las imágenes de Spitzer de infrarrojos con una sofisticada herramienta de dibujo antes de proceder a buscar en otra imagen.
“El Proyecto de la Vía Láctea es un intento de tomar las datos vastos y hermosos de Spitzer y volver el extraer la información en una tarea divertida, en línea y pública”, dijo Robert Simpson, un investigador postdoctoral de astronomía en la Universidad de Oxford, Inglaterra, investigador principal del Proyecto de la Vía Láctea y autor principal del artículo.
Las burbujas etiquetadas por los voluntarios varían en tamaño y forma, tanto con la distancia y debido a las variaciones locales de gas de las nubes. Los resultados ayudarán a los astrónomos a identificar mejor la formación de estrellas a través de la galaxia.
Fuente
http://www.jpl.nasa.gov/ (en inglés)