De acuerdo a un reporte para el congreso de Estados Unidos, los vehículos aéreos no tripulados (VANT) ahora conforman el 31% de la flota aérea de este país, aunque muchos de estos VANT son pequeños espías voladores. En el 2005 solo un 5% de los vehículos aéreos militares eran robots.
Entre los modelos de VANT empleados por el ejército de Estados Unidos se encuentran los RQ-11 Raven (Cuervos), de los que se tienen 5,346; los famosos MQ-1 Predators (Depredadores) responsables de lanzar bombas sobre Pakistán, Yemen y demás, de los cuales se tienen 161; los MQ-9 Reaper (Cosechador) que están mejor armados que los Predator; y los RQ-170 Sentinel (centinela), un VANT invisible al radar, como el capturado recientemente por Irán.
A pesar de que el ejército compró muchos VANT en los años anteriores, el Pentágono gastó mucho más en aviones que llevan gente. El reporte no mencionó vulnerabilidades de los VANT, como las infecciones de malware, y la sobrecarga de trabajo para los analistas de imágenes causada por la proliferación del video tomado y enviado por los VANT. Tampoco fueron exploradas las cuestiones éticas de la guerra a control remoto. Aunque se mencionaron problemas como el uso de sensores muy caros que aumentan el costo, y la saturación del ancho de banda por los VANT, uno solo gasta 5 veces más ancho de banda que todo el ancho de banda utilizado por los militares durante la guerra del Golfo Pérsico.
Más información:
http://www.wired.com/ (en inglés)
El reporte para el congreso (en inglés)