Asesinatos encubiertos, amenazas, robos, leyes prohibiendo patentar algunos dispositivos y la pérdida de financiamiento han sido algunas cosas que aventurados científicos han enfrentado tras creer en una idea radical: Se puede obtener energía gratuita para todos. Algunos incluso han llegado a afirmar que crearon un dispositivo capaz de llevar esto a cabo, solo para encontrar extrañas muertes o sufrir misteriosos robos. A continuación tres casos excepcionales.
Hemos crecido acostumbrados a la idea de que la producción de energía es un proceso muy costoso. Algunas de las corporaciones que dominan el sector energético se han vuelto más ricas y poderosas que países enteros. Estas compañías han demostrado su completa falta de escrúpulos cuando se trata de acabar con cualquier tecnología que amenace sus ganancias, ya sea comprando la invención y enterrándola para siempre o presionando gobiernos a que pasen leyes contra las nuevas tecnologías. Pero, ¿qué sucede cuando esto no funciona?
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El Dispositivo de Energía Radiante de Moray
Tomas Henry Moray desarrollo un dispositivo que el llamo “Válvula de Moray”. Este dispositivo fue descrito como capaz de extraer “energía radiante” de “las ondas de energía del universo”, las que Moray pensaba que eran una fuente de energía ambiental inagotable.
En su libro “El Mar de Energía en el que la Tierra Flota,” Moray presenta evidencia documentada de que el inventó la primera válvula tipo transistor en 1925, mucho antes que el descubrimiento oficial del transistor, pero nunca se le concedió una patente.
Prueba tras prueba Moray demostró su dispositivo de energía eléctrica a profesores de energía eléctrica, congresistas, dignatarios y a muchos otros visitantes a su laboratorio. Incluso se llevó su dispositivo de energía fuera del país, lejos de cualquier línea eléctrica, para probar que no estaba simplemente sintonizando la energía irradiada de otras partes de su laboratorio. Permitió que investigadores desensamblaran y reensamblaran su dispositivo para luego reactivarlo. Según la documentación nadie pudo nunca demostrar que el dispositivo fuera fraudulento. Los registros están llenos de testimonios de científicos, físicos e ingenieros eléctricos que quedaron convencidos de que Moray había tenido éxito.
La patente nunca se le otorgó por que no pudo identificar la fuente de la energía, por que “infringía” otras patentes y por toda una serie de excusas, las que Moray siempre peleó.
En 1930 Moray reportó que tanto el como su familia habían sido amenazados y se les había disparado en varias ocasiones. Su laboratorio fue saqueado para detener su investigación sobre energía libre y para frenar sus demostraciones públicas.
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La Máquina N de Bruce DePalma
El físico Bruce DePalma afirma haber inventado un generador, llamado Máquina N, que puede producir energía con más del 100% de eficiencia, lo cual quiere decir que proporciona más energía de la que requiere para trabajar. Esto proveería energía barata, inagotable y autosustentable, utilizando principios que aún no son comprendidos. Su máquina N se dice que libera la “energía libre” latente en el espacio que nos rodea.
DePalma dice que su generador puede producir hasta cinco veces más energía de la que consume, lo cual desafía la ley de la conservación de la energía que dice que la salida de energía no puede ser más que la entrada. Por esta razón muchos físicos se reusan a ver los hallazgos de DePalma y descartan sus teorías sin pensarlo. Lo que DePalma afirma no es que la energía sea mágicamente creada, sino que es extraída de una fuente aún no comprendida.
Una máquina, llamada “Sunburst”, fue construida en 1978 en Santa Barbara, California, y fue probada independientemente por el doctor Robert Kincheloe de la Universidad de Stanford. Kincheloe notó que el arrastre del giroscopio magnetizado de la máquina era solo del 13 al 20 por ciento del de un generador convencional que operaba a una eficiencia ideal del 100 por ciento. Por lo tanto la máquina N de DePalma podría producir electricidad con una eficiencia de alrededor del 500%.
DePalma salió de los Estados Unidos y obtuvo la residencia en Nueva Zelanda en 1994, falleciendo en 1997. DePalma escribió una última carta a los Estados Unidos, donde decía “… Una nueva fuente de energía podría hacer caer el imperio. Si, yo junto con Joe Newman y Robert Adams realmente sabemos la magnitud de la bestia … “.
Adicionalmente DePalma escribió una carta abierta a la Asociación de Energía Espacial, donde decía: “… la tecnología de Energía Libre es oprimida en los Estados Unidos … Mi vida ha sido amenazada. … nunca hubo duda alguna que la máquina N era la energía libre que estaban buscando, y si trataba algo por mi mismo en California terminarían volandome la cabeza. Y la cía me advirtió via Mitchell (Edgar Mitchell) que no debería dejar este país por que sería secuestrado … Años después tuve mis invenciones confiscadas por varios grupos … Después otros grupos trataron de manipularme y controlarme en el sentido de que obtendrían todo de mi técnicamente sin ninguna seguridad de que sería pagado por más de un año de trabajo … “.
La carta de DePalma continua contando como fue amenazado, robado y forzado a desistir y a no hacer público su trabajo. Una copia de la carta completa puede encontrarse en aquí.
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La Torre de Energía de Tesla
Quizá uno de los casos más conocidos fue la torre Wardenclyffe que comenzó a ser construida por Nikola Tesla en 1901.
Tesla fue un inventor que cambió el curso de la historia. Las tecnologías que inventó revolucionaron el mundo y hoy en día siguen siendo parte integral de la vida de todos. La corriente alterna disponible hoy en día en todos los hogares, el radio, los rayos X, el control remoto, el motor eléctrico, la robótica, los láser y la comunicación inalámbrica son solo algunas de las invenciones que hoy en día disfrutamos gracias a el. Otras invenciones incluyen el “rayo de la muerte” y la “máquina de terremotos”.
Tras un artículo en la revista “Century” donde Tesla describió una red global de torres de alto voltaje que podrían controlar el clima mundial un día, enviar texto en imágenes de manera inalámbrica y proveer electricidad vía la atmósfera, el famoso banquero J.P. Morgan invirtió $150,000 dólares para construir la planta piloto para el “Sistema Inalámbrico Mundial”.
Sin embargo, una vez que J.P. Morgan comprendió que la electricidad producida por estas torres no podría ser explotada financieramente, sino que sería gratis para cualquier persona con un receptor en los alrededores, Tesla perdió todo el financiamiento. Tesla pasó años lidiando con la falta de fondos hasta que finalmente el proyecto fue abandonado y la torre fue desmantelada.
Tesla creía firmemente que se podía explotar la energía magnética misma de la tierra para obtener energía eléctrica y para crear una red de telecomunicaciones a nivel global, en sus propias palabras:
… será posible que un hombre de negocios en Nueva York dicte instrucciones y al instante aparezcan en su oficina en Londres o en cualquier otro lugar. Podrá llamar, desde su escritorio, y hablar con cualquier suscriptor telefónico en el globo, sin ninguna carga sobre el equipo existente. Un instrumento barato, no más grande que un reloj, permitirá a quien lo porte escuchar en cualquier lugar, en mar o tierra, música o canción, el discurso de un líder político, la presentación de un eminente hombre de ciencia, o el sermón elocuente de un clérigo, presentado en otro lugar, sin importar lo distante. De cualquier manera cualquier imagen, letra, dibujo o impresión podrán ser transferidos de un lugar a otro. Millones de dichos instrumentos podrán ser operados de una sola planta de este tipo. Más importante que todo esto, sin embargo, será la transmisión de energía, sin cables, que se mostrará en una gran escala…
¡Esto se publicó en 1908!
Muchos han hecho la extraordinaria afirmación de haberlo logrado, y si esto se lograra transformaría por completo el mundo como lo conocemos. ¿Es posible? Es una respuesta que probablemente no conoceremos en nuestro presente actual, pero nunca se sabe, un día puede salir a la luz un invento que aquellos que controlan actualmente el mundo no puedan ocultar más.
Un día el hombre conectará sus aparatos a la rueda misma del universo… y las mismas fuerzas que mueven los planetas en sus órbitas harán que rote su propia maquinaria.
– Nikola Tesla